También es importante tomar en cuenta el tipo de cuello. Si la mujer lo tiene corto, necesita que este se vea delgado para “alejar” la cabeza de los hombros. Sanchinelli recomienda llevar cadenas delgadas y alargadas.
Si tiene cuello largo, debe optar por collares cortos y, de preferencia, en diseños de acabado grueso, cuyo efecto visual acerque el rostro a los hombros. Son ideales las gargantillas gruesas con incrustaciones de piedras semipreciosas.
Si el cuello es ancho, nunca debe llevar collares gruesos, sino utilizar diseños delgados en gargantillas y en collares largos.
En este espacio se presentan diseños de collares, según el tipo de prenda, creados por la diseñadora de accesorios Ástrid Botto, de Ethnic Jewelry.
Escote barco
Para este tipo de vestuario quedan bien los collares redondos cortos o semilargos, como el de la imagen, elaborado de flores de tela típica, con jade verde.
Sin collar
Si la blusa o el vestido son de cuello chino, no se necesita collar, aunque lucen bien los aretes y pulseras, como los de la imagen, de cristal checo, señala la diseñadora Ástrid Botto
Escote Strapless
Los ideales son collares gruesos y sofisticados, como este de perlas y cristales tornasol blancos. No hay que olvidar que este accesorio no debe sobrepasar el área de la piel.
Escotes en “V”
Para vestidos o blusas de este tipo, Sanchinelli indica que pueden utilizarse collares largos o cortos. Los primeros alargan la figura y el rostro. En la imagen, un collar de perlas grises y blancas.
Sobriedad
Botto señala que los escotes asimétricos no necesitan que se les complemente con collar, aunque no desentona si este es delgado y corto, como el de la imagen. Los aretes idóneos son pequeños.