Internacional

Hungría enfrenta caos por ola de migrantes que busca llegar a Europa occidental

La Policía húngara evacuó este martes la principal estación internacional de trenes de Budapest, donde cientos de inmigrantes trataban de avanzar hacia Europa occidental, inmersa en el mayor movimiento migratorio desde la Segunda Guerra Mundial.

Inmigrantes esperan abordar un tren en la estación de tren en Hungría. (Foto Prensa Libre: AP)

Inmigrantes esperan abordar un tren en la estación de tren en Hungría. (Foto Prensa Libre: AP)

Unos 500 migrantes, que en su gran mayoría huyen de los conflictos en Siria, Irak y Afganistán, trataron este martes de tomar un tren a Viena en la estación de Keleti.

    Poco después, cientos de agentes de policía, entre ellos algunos antidisturbios, empezaron a desalojar la estación, en medio de un ambiente muy tenso, aunque sin incidentes, constató un periodista de la  AFP .

    “¡Alemania, Alemania! Queremos irnos” , coreaba una muchedumbre de inmigrantes fuera de la estación, algunos de ellos con niños pequeños en brazos.

    El lunes en cambio, la policía de Budapest permitió a los inmigrantes que desde hace días esperaban en campamentos improvisados que tomaran el tren, a pesar de no tener visados para entrar en la Unión Europea.

    El resultado es que sólo el lunes llegaron a Viena 3.650 inmigrantes, todo un récord este año, según la policía austríaca.

    “Estamos todavía verificando cuántos de ellos son demandantes de asilo” , dijo a la  AFP  el portavoz de la policía, Patrick Maierhofer.

    Muchos de los migrantes durmieron en la estación Westbahnhof de Viena, con la esperanza de continuar su viaje hasta Alemania, país que la semana pasada flexibilizó la concesión de asilo a los refugiados sirios.


    Europa hace frente a la mayor ola de inmigrantes y refugiados desde la Segunda Guerra Mundial, con más de 300.000 llegados este año, muchos huyendo de la guerra, la persecución y la pobreza en Oriente Medio y frica.

    La crisis tomó un cariz particularmente dramático cuando la semana fueron encontrados 71 inmigrantes muertos, entre ellos cuatro niños, en un camión abandonado en una autopista austríaca, cerca de la frontera con Hungría.

    Tras el drama, las autoridades austríacas han desplegado un fuerte dispositivo de seguridad en la frontera, con inspecciones en los vehículos en busca de traficantes de personas y de inmigrantes.

    En total, siete personas han sido detenidas en relación con esta tragedia.
    

– División en la UE –

La gestión de la crisis migratoria tiene dividido al bloque de los 28, que celebrarán una reunión extraordinaria sobre el tema el 14 de septiembre.

    Los líderes de los países de Europa occidental piden más esfuerzos para recibir a estos inmigrantes, mientras que los países situados en las fronteras de la Unión no dejan de repetir que están superados por el gran número de llegadas.


    El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, dijo este martes en Berlín en una comparecencia con la canciller alemana Angela Merkel que la crisis migratoria es “el mayor desafío para Europa”  en los próximos años.

    La propia Merkel dijo el lunes que no debe dañarse el “estrecho vínculo (de Europa) con los derechos civiles universales”  en la gestión de esta crisis migratoria.

    Igualmente criticó de forma implícita a países como Eslovaquia, que dicen que rechazarán a los inmigrantes de países musulmanes. Merkel dijo este lunes que “si empezamos a decir no quiero musulmanes (…) eso no puede ser bueno” .

    El núcleo de la división política está en cómo distribuir a los inmigrantes por la Unión Europea y aliviar la presión sobre los estados fronterizos como Hungría o Grecia, a los que los inmigrantes llegan por tierra o mar.

    En principio, las normas europeas estipulan que los pedidos de asilo, muy numerosos entre estos inmigrantes que huyen de conflictos, deben ser tratados en el primer país miembro de la UE al que llegan.


    Pero Hungría, que sólo en agosto recibió a 50 mil inmigrantes, hace valer que no tiene medios para tratar semejante volumen de llegadas y solicitudes.

    Y este verano levantó una alambrada en su frontera con Serbia, para tratar de disuadir a los inmigrantes.

    Por otro lado, en Viena, unas 20 mil personas se manifestaron en solidaridad con los inmigrantes, y varios miembros del gobierno asistieron a un servicio religioso por los 71 migrantes hallados muertos en un camión.

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