Economía

Salida de ministro agudiza crisis fiscal

La salida de Dorval Carías como ministro de Finanzas agudizará la crisis del área fiscal, sobre todo en la recaudación para este ejercicio y el planteamiento del presupuesto estatal del 2016.

La falta de confianza y el debilitamiento institucional producto de la actual coyuntura política generará un clima de mayor incertidumbre, según analistas consultados.

Carías es el segundo ministro del Gabinete Económico en dimitir, ya que el sábado último lo hizo Sergio de la Torre, ministro de Economía, y sus viceministros.

Esta nueva renuncia —el lunes pasado por la noche— deja claro cómo la política fiscal ejecutada por el gobierno del Partido Patriota se caracterizó por el desorden.

Eso pese a que el Congreso aprobó una reforma tributaria, presupuestos desfinanciados, períodos de amnistía fiscal, contención del gasto público y hasta la pérdida institucional de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) por los actos de corrupción que involucraron a dos exsuperintendentes y otros funcionarios, señalados por la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala y el Ministerio Público.

Además, a lo anterior se suma que, en tres años, tres ministros han ocupado el cargo y ha habido seis superintendentes en la SAT.

El ministro que comenzó fue Pavel Centeno y le siguieron María Castro y Dorval Carías.

Riesgos en cobro

Juan Carlos Paredes, analista fiscal, expuso que la salida de Carías causará inestabilidad en el sistema tributario en dos grandes vertientes: el manejo de la propuesta del presupuesto para el siguiente ejercicio y la recaudación.

“Esta se da en un momento complicado, porque el Estado necesita de los flujos para su funcionamiento, inversión y pago del servicio de la deuda. Esta renuncia tiene un alto impacto en la estabilidad del sistema fiscal del país”, aseveró.

Mynor Cabrera, economista independiente, expuso que el impacto negativo se reflejará en una menor recaudación.

“El cobro de impuestos no se está recuperando, y es un factor negativo”, subrayó.

En el caso del presupuesto para el siguiente año, dijo Cabrera, con la salida del ministro el Congreso no tendrá claro qué va a aprobar.

El monto del plan de gasto podría ascender a Q72 mil 955 millones, sin contar con fuentes de financiamiento por medio de préstamos con organismos internacionales, que mantienen reservas en apoyar al Gobierno por el actual ambiente político.

Cabrera subrayó que a eso se agrega la incertidumbre por la falta de acercamiento de los equipos técnicos de los partidos políticos con mayor probabilidades de intención de voto para evaluar el riesgo de generar mayor endeudamiento público y los posibles remanentes de los flujos de deuda no registrada —flotante—.

De enero a julio último, la SAT mantenía una brecha superior a los Q2 mil millones que no ha podido cobrar.

Paredes agregó que, bajo estas condiciones de crisis, ningún técnico estaría interesado en formar parte del Gobierno, lo que complicaría la designación de nuevos funcionarios en Finanzas.

Para el especialista Juan Alberto González, la economía entra en fase de incertidumbre generalizada, ya que habrá repercusiones en los sectores de inversión y producción.

Anticipó González que las expectativas a corto plazo serán negativas por la dimisión de los ministros de Finanzas y Economía, que eran los más sólidos en el Gabinete.

“El trastorno político actual tiene incidencias en aspectos sociales y económicos que causan una escala de riesgo importante para los agentes económicos”, subrayó el especialista.

ESCRITO POR:

Urias Gamarro

Periodista especializado en macroeconomía, finanzas públicas e infraestructura, con 20 años de experiencia en medios radiales, impresos y digitales.

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