Investigadores indicaron que los dos sospechosos cavaron un hoyo de al menos un metro de profundidad, en el que enterraban a un feto humano de sexo femenino.
Los dos capturados informaron que sepultaban el feto, porque son de escasos recursos económicos y no tenían para comprar un ataúd y hacer un sepelio normal.
Rolando Vega, quien dijo ser el padre del feto, indicó que cuando regresó de trabajar encontró a su esposa con hemorragia y el feto estaba tirado en el piso. Añadió que su conviviente fue trasladada al Hospital Nacional de Jutiapa.
Caso similar
El 26 de noviembre del 2014, en el cementerio de Chicamán, Quiché, Bomberos Municipales Departamentales, confirmaron el hallazgo de un feto humano, lo cual que causó consternación y repudio entre pobladores del área.
Boris Mazariegos, comandante del referido cuerpo de socorro, confirmó que los socorristas encontraron frente a unas tumbas el cuerpo del feto de sexo masculino.
“Vecinos que acudieron a visitar las tumbas de sus parientes fallecidos se toparon con la sorprendente escena del cuerpo tirado en una de las vías del cementerio de Chicamán. Por lo tanto, nuestro personal dio aviso a la Policía y al Ministerio Público para que se encargaran de las diligencias de rigor” dijo Mazariegos.
Ramiro Ical, vecino del lugar, lamentó haber sido uno de los que encontró el cuerpo del no nato. “Es triste que mujeres a quien Dios les dio la bendición de llevar en su vientre a un nuevo ser, se deshagan de ellos como si fueran animalitos. Dios perdone a la mujer que mató a su hijo” exclamó.