Los partidos buscan el control en estas regiones para aumentar su poder en el Organismo Legislativo, aunque para ello ubiquen en las diputaciones a personas que no son originarias de estos lugares ni conocen los problemas que los aquejan.
Cecilia Mérida, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales en Huehuetenango, expuso que ese departamento es visto como un bastión y principal mercado electoral por la cantidad de votos que influyen en la elección de diputados a nivel distrital, listado nacional y Presidente de la República.
Para las próximas elecciones, varios partidos postulan por este departamento a candidatos que nacieron en otros, entre ellos los actuales diputados Emileenne Mazariegos, originaria de la capital, y Luis Chávez, de San Marcos. Ninguno de ellos ha propuesto leyes representativas para los huehuetecos.
La mecánica
Rigoberto Quemé, exalcalde de Quetzaltenango, señaló que estos distritos son usados por los políticos como campos para la manipulación e inducción al voto. Para ello, utilizan a los caciques de esas regiones, quienes gozan de la lealtad de los pobladores, aunque estos líderes se vendan a los partidos que más les ofrezcan, de manera particular.
Refirió que muchos diputados no son originarios de los departamento por los que fueron postulados y apoyan leyes contrarias al desarrollo de estos, aunque también sucede con quienes sí son del lugar, como sucedió con la Ley Monsanto.
Quemé añadió que hay necesidad de refundar el Congreso. “La población aún está influenciada por el caudillismo, lo que se refleja en la actual crisis política que afronta el Estado, pues grupos piden la renuncia del Presidente, cuando el cambio debe hacerse en el Legislativo, ya que este controla las cortes, presupuesto, leyes y otras instituciones de poder”, indicó.