CON OTRA MIRADA
Grandes personajes
Honor a quien honor merece, reza una sentencia popular que dos dependencias de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac) hicieron suya y llevaron a la práctica el pasado sábado 8. Fueron estas el Centro Cultural Colegio Mayor Santo Tomás de Aquino, en La Antigua Guatemala, y la Dirección General de Extensión Universitaria. Se brindó merecido homenaje a tres guatemaltecos ilustres: José Barnoya García, Carlos Guzmán Böckler y Carlos Navarrete Cáceres.
Además de los méritos profesionales y aportes a la cultura nacional, a los homenajeados los unen factores generacionales y una larga amistad. Nacieron entre agosto de 1930 y enero de 1931. La Revolución de octubre de 1944 los pilló cuando apenas entraban a la adolescencia, lo que les marcó la vida, pues vieron abrirse espacios hasta entonces desconocidos, en tanto la educación dio un salto abismal. Fue un período de valores éticos, morales y cívicos que más adelante canalizaron al amparo de la Usac; tuvieron como común denominador la Huelga de Dolores, expresión estudiantil por medio de la cual se criticaron las acciones y omisiones de los gobernantes, permitiéndoles profundizar en el conocimiento de los graves problemas sociales que aquejan a nuestro país, que lastimosamente siguen sin ser resueltos.
Es de resaltar que el homenaje propiciado por la directora del Centro Cultural Colegio Mayor Santo Tomás de Aquino, licenciada Maritza Moreira, apoyado por el director de Extensión Universitaria, ingeniero Álvaro Folgar, no fue un reconocimiento académico, como se podría suponer, por tratarse de instituciones universitarias.
Fue un acto íntimo, que tuvo que ver con la amistad, el cariño y respeto labrados a lo largo de muchos años, en el ámbito de una comunidad cultural generada por el licenciado Roberto (Piqui) Díaz Castillo, quien a partir de la restauración del edificio dañado por los sismos de 1976 recuperó su destino como Centro Cultural. A partir de entonces y con regularidad, dentro del ciclo académico anual universitario, los sábados, a las 11 horas, disfrutamos de charlas, encuentros, exposiciones, conferencias, conciertos y demás actividades, en las que los homenajeados han sido protagonistas.
En sus palabras de agradecimiento coincidieron en aceptar el homenaje, haciéndolo extensivo a su generación. Mencionaron a Antonio Móbil y Jorge Mario García Laguardia, presentes en el acto, lo mismo que a otros que ya no están con nosotros, como Meme Colom, Fito Mijangos, Jorge Sarmientos, Amerigo Giracca y otros; el propio Piqui Díaz Castillo, cuya presencia en el Centro Cultural es palpable, a quienes Guatemala tanto debe.
El acto fue conducido por el licenciado Édgar Barillas, quien lo hizo muy bien, llevándonos de la mano por un grato recorrido por la vida de los homenajeados. El musicólogo Alfonso Arrivillaga presentó su respeto de manera elegante, dedicándoles tres sones de chirimía.
Cerró la actividad la Marimba de Conciertos dirigida por su creador, el maestro Léster Godínez, y quienes asistimos aplaudimos con emoción.
En esta época de antivalores, vale la pena poner en práctica otro refrán: honrar, honra.
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