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Son 354 mil familias campesinas las que están a la espera de recibir los cupones que podrían canjear por productos para sobrevivir ante la escasez de alimentos que cada año se asienta en el país durante el llamado período de hambre estacional.
Este año, la amenaza de la carencia de alimentos comenzó antes, en marzo, debido a la poca lluvia que se registró en el 2018 en el territorio nacional, cuando comunidades del Corredor Seco registraron hasta 50 días sin lluvia, entre junio a agosto, según se dio conocer durante el desarrollo del Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Conasan), celebrado el martes.
Pese esta situación se registra todos los años y desde meses atrás se sabía del impacto negativo que tendría para la población vulnerable, Méndez Montenegro aseguró que el “tiempo es insuficiente” para reaccionar con el plan de respuesta.
De esa cuenta, el Maga anuló la compra de alimento a través de cotización y licitación por el tiempo que llevaría, y vio más “viable y oportuna la subvención para la adquisición de alimentos”.
Las familias afectadas ahora recibirán un cupón de Q200 el cual podrán cambiar por maíz en grano, harina fortificada para atol, huevos, aceite, azúcar, frijol negro en grano, arroz, fideo o pasta.
El Maga invertirá cerca de Q75 millones, pero la suma no solo será para el pago de los alimentos, también cubrirá el gasto de impresión del cupón y del servicio bancario con el CHN.
Cupones por alimento
Entregar cupones a las familias afectadas para cambiar por alimentos ya se hizo antes, para atender a la emergencia de la canícula prolongada del 2018.
Según el funcionario, los beneficiarios serán convocados por el personal de extensión del Maga. Las personas deberán presentar su Documento de Identificación Personal (DPI), con original y copia, para recibir el vale. Los mismos documentos deben entregarlos al momento de canjear el cupón en la abarrotería que debe estar legalmente establecida y emitir factura por el producto entregado.
Méndez Montenegro dijo que espera firmar el contrato con el banco este 8 de mayo, pues el personal del Maga está listo para comenzar con la entrega de los vales.
“Realmente, el mandato número uno del Maga es la producción de alimentos, no es regalar alimentos, nosotros por la emergencia tenemos que hacerlo, pero la función básica y lo que queremos dejar establecido es que nuestro ministerio es para apoyar con semillas, riego, asesoría técnica, para que las personas puedan ser autosuficientes”, dijo el funcionario en el Conasan.
Adonay Cajas, asesor técnico de Alianza por la Nutrición, menciona que el atraso de la entrega de la asistencia alimentaria a las familias afectadas por la canícula prolongada del año pasado lleva ya seis meses, pues se estimaba que en octubre pasado las reservas de alimentos de estos grupos de personas comenzarían a faltar.
Aunque los cupones o vales para cambiar por alimentos realmente no resuelven la problemática, a criterio de Cajas, “sí hay mucho atraso -de noviembre a mayo-“. Pero señala otro punto, la capacidad técnica y logística que tenga el Maga para coordinar los equipos técnicos de extensionistas para organizar a las personas en cada comunidad afectada reciban la ayuda.
“Preocupa que no se pueda dar respuesta oportuna a las personas. Entendemos que hay un tiempo de gestión administrativa de garantizar que se tengan las partidas presupuestarias, pero sí es algo crítico que seis meses después las familias empiezan a tener la crisis. Quizá ahora no son tan visibles los efectos, pero puede generar casos de niños con desnutrición aguda”, agrega el asesor.
Crisis se agudiza
El cambio climático pone en mayor riesgo a la población vulnerable, pues la escasez de lluvia este año será evidente. Según Estuardo Roca, de la Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (Oirsa), se presentará una variante del Fenómeno El Niño que se denomina Niño Modoki, el cual se reducirá los niveles de precipitación en la costa pacífica de Centroamérica con mayor énfasis en lo que se conoce como el Corredor Seco centroamericano, entre mayo y julio.
Ese fenómeno podría acentuar y adelantar la canícula y provocar una sequía meteorológica, con lo que se incrementaría las plagas en cultivos: el pulgón amarillo en el sorgo y en el maíz. Mientras, para el cultivo del frojol, la mosca blanca y tortuguilla constituyen los principales riesgos.
Hay ciertas plagas que depositan sus huevos en el suelo y el principal elemento controlador de estas es la lluvia, la cual es capaz de reducir la cantidad de huevo y lavas que pueden llegar a ser adulta, y afectar los cultivos y la producción.
“Es en áreas donde la lluvia no va a jugar un rol controlador, donde vamos a tener mayor cantidad de plagas, y desafortunadamente es el área del Corredor Seco, que coincide con la mayor cantidad de población vulnerable, donde se han registrado los mayores índices de desnutrición crónica en niños menores de cinco años”, indica Roca.
Hasta el 20 de abril pasado, el Sistema de Información Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional reporta cinco niños menores de cinco años fallecidos debido a desnutrición aguda, el total de infantes que atraviesan por este estado de gravedad son 3 mil 645. Estos números son el reflejo de la escasez de alimentos que sufren los hogares debido a la baja producción de alimentos y la falta de trabajo para quienes se emplean en el sector agrícola.
“Nuestra realidad es muy desalentadora. La gran premisa del cambio climático es que no podemos seguir haciendo la agricultura como lo estábamos haciendo, pero desafortunadamente la población no tiene ni el capital ni la tecnología ni la asistencia técnica necesaria para el manejo y adaptación necesarias para desarrollarla, de esa cuenta, el escenario de riesgo es alto. Van a ser muy vulnerables. Están a la mano de Dios”, agrega Roca.
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