CATALEJO
Algunas reflexiones sobre los resultados
LOS DATOS CAUSANTES de mayor interés dentro de la encuesta electoral cuya publicación comienza hoy se refieren a la intención de voto no solo porque despiertan la curiosidad de los guatemaltecos, sino porque deben ser analizados en sus posibles implicaciones. Por esa causa quiero interpretarlos ya con la base de una segunda medición hecha en el lapso de tres meses, entre abril y julio. El factor más importante es la tendencia de los resultados, y en ese sentido destacan la caída de Manuel Baldizón, el estancamiento de Sandra Torres y el sorpresivo ascenso de Jimmy Morales, quien ni siquiera aparecía en la anterior medición. Los votos blancos o nulos bajaron de 24.3 a 21.3 (por tanto dentro del margen de error).
AL VER LAS TENDENCIAS, quien disminuye es Baldizón, de 30 a 24.9 en solo tres meses, lo cual significa un promedio de 2% por semana, y por tanto, 8 en el tiempo faltante para la elección, cuyo resultado podría ser un catastrófico 16 o 17%. Si se mantiene el 14.7% de Torres y sigue el aumento de Morales, cuyo promedio ha sido de 4 puntos por semana, el resultado le daría el primer lugar, con 20%, para un 14.7 de Torres. El actual empate técnico entre Morales y Torres podría ser sustituido en la segunda vuelta por uno entre Torres y Baldizón. Allí se volvería importante tomar en cuenta la predicción de cómo votarían los guatemaltecos en ese caso, según la encuesta. Los números indican: Indecisos, 38.6; Baldizón, 34.6, y Torres, 26.8.
SE DEBE RECORDAR EL significado de las cifras obtenidas y su relación con el margen de error, de +/- 2.8%, es decir de un 5.8%. Baldizón puede obtener una cifra entre 27.7 y 22.1. Morales, entre 19 y 13.4, y Torres, entre 17.5 y 11.9. Es importante conocer cuáles son los porcentajes más bajos de los candidatos, pues tampoco agregaron sorpresas. Así, Baldizón, 13.5 metropolitana; 23.1 en Occidente; 22, entre 35 años o más; 22.9 mujeres, y 07.9 en el nivel socioeconómico BC1. Morales: Rural, 7.3; Verapaces, 06.5; 35 años o más, 11.8; mujeres, 16.2; Nivel socioeconómico D, 13.9. Torres, 05.6% en área metropolitana; área central, 05.5 y empate a 12% en personas de 25 a 34 años y de 35 años o más.
DOS OTROS ASPECTOS SE cumplen en esta encuesta. Uno, la suma de los tres primeros lugares alcanza un 55%, es decir la mayoría, pero es menor al porcentaje ocupado por esos mismos lugares en las cuatro elecciones anteriores (1999, 90%; 2003, 80; 2007, 69 y 2011, 78). El segundo se refiere al elevado porcentaje de respuestas donde los encuestados admiten sin ambages su decisión de no votar, en ninguna circunstancia, por Baldizón y Torres. Si a esto se agrega el evidente rechazo de los ciudadanos no a una determinada persona sino al sistema, es posible explicar la razón tal vez más importante del crecimiento de Morales, sin representación hace tres meses y ahora con posibilidad de integrar uno de los dos binomios de octubre.
ESTAS CONSIDERACIONES no pueden excluir la posibilidad de una elección apática, con alta ausencia en un determinado sector social, causante entonces de un resultado en realidad imposible de predecir, pero también a lluvias similares a las causantes de daños en Izabal. Simplemente, la canícula ha durado demasiado, por cualquier razón. Las elecciones de España, hace unos años, tuvieron resultados distintos a causa de las bombas terroristas de Atocha. A mi juicio, salvo un factor de ese tipo, los resultados electorales no serán distintos a los de esta medición. La curiosidad de comparar la encuesta con la elección se encuentra a solo 26 días, y con ello el inicio de los comentarios y críticas de un ejercicio válido de medición electoral.