Investigaciones
La fiscalía de Ciudad de México, que informó el sábado del multihomicidio sin revelar la identidad de las víctimas, confirmó este domingo el asesinato de Espinosa. Se identificó a una de las mujeres asesinadas como Nadia Vera, una activista de derechos humanos, y a otra que “se presume era de origen colombiano”.
La Procuraduría General informó que su fiscalía especializada en delitos contra periodistas “se mantiene atenta” a la investigación y coadyuvará, de ser necesario, en las indagatorias.
Cada una de las víctimas “presentaba una herida en la cabeza producida por disparo de arma de fuego” y algunas “escoriaciones en diversas partes del cuerpo presuntamente originadas por un forcejeo”, dijo en rueda de prensa el fiscal de la ciudad, Rodolfo Ríos.
Las autoridades tienen abiertas “varias líneas de investigación”, incluida la de robo, dijo Ríos. No se especificó si se cuenta con elementos para presumir que el homicidio de Espinosa esté relacionado con su trabajo.
Ríos dijo que Espinosa estaba en Ciudad de México en busca de “nuevas oportunidades” en su trabajo, pero el mismo fotoperiodista y algunas ONG alertaron a principios de junio que había salido de Veracruz tras recibir agresiones y actos de intimidación.
“Alerta: el caso de Rubén Espinosa es el primero en el que un periodista desplazado internamente es asesinado”, denunció en la red social Twitter la organización defensora de la libertad de expresión Artículo 19, que asistió al fotoperiodista en su traslado a la capital.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (ombudsman) condenó enérgicamente el multihomicidio y exigió a la fiscalía seguir “la línea de investigación relacionada con la labor periodística del fotorreportero” .
En el mismo sentido se pronunció la Comisión de Derechos Humanos de Ciudad de México (ombudsman) , que pidió además a las autoridades “medidas de protección urgentes” para los familiares de Espinosa que residen en la capital.
En su trabajo en Veracruz, Espinosa daba amplia cobertura a manifestaciones que exigían esclarecer los asesinatos de comunicadores.
México es uno de los países de mayor riesgo para ejercer el periodismo, con más de 80 comunicadores asesinados y 17 desaparecidos en la última década, según Reporteros sin Fronteras.