María del Carmen Ortiz, una ama de casa de 43 años que padece un leve sobrepeso, finalizó con éxito y casi sin agitarse la prueba que realizó en una parada del metrobús de la transitada avenida Insurgentes. “¡Ya tengo muchos condones!”, dice a la encargada de la “Estación de Salud”.
El metro aumentó la tarifa de sus viajes de tres a cinco pesos en diciembre del 2013 (de US$0.20 a US$0.34). Esto generó fuertes críticas entre sus más de cinco millones diarios de usuarios, teniendo en cuenta que el salario mínimo en México es de 70 pesos al día (US$4.7).
Con sobrepeso
Según cifras oficiales, un 70% de los adultos y un 30% de los niños mexicanos padecen sobrepeso u obesidad.
Mitzi Sánchez, de 22 años, es la encargada de una de las máquinas cuenta sentadillas. Su trabajo consiste en invitar a los usuarios del metrobús a someterse a la prueba antes de abordar los vagones o al bajarse de ellos. Al día, logra convencer a un promedio de entre 40 y 60 personas.
“Menos de la mitad son gorditos; la gente con sobrepeso se ofende cuando los invito a pasar a la estación de salud”, reveló.
La alcaldía de Ciudad de México dispone de 30 máquinas que funcionan en forma itinerante entre estaciones de metro, autobús y ferias de salud en espacios públicos.
De acuerdo con la página del metrobús de la capital mexicana, al menos en Rusia también se ha llevado a cabo este proyecto de sentadillas, con la diferencia de que en ese país tiene diferentes niveles de intensidad.