El jamaicano demostró así su potencial a un mes del Mundial de Pekín y después de ser declarado baja en citas anteriores de la Liga de Diamante en París y Lausana, lo que habia disparado las alarmas sobre el estado real del Relámpago.
No fue todo lo perfecto que deseaba y hay detalles todavía por mejorar. Su salida no fue buena, con un tiempo de reacción mediocre (173 milésimas de segundo).
“Sí, tuve una mala salida. Tengo que trabajar eso, pero globalmente fue una carrera correcta”, comentó Bolt.
Al contrario que en la serie, donde rebajó su esfuerzo a 10 metros para la meta, en la final Bolt corrió al máximo hasta la línea.
El campeón olímpico y mundial dejó atrás a sus rivales en la segunda mitad de la carrera, para imponerse finalmente al estadounidense Michael Rodgers (9.90) y al también jamaicano Kemar Bailey-Cole (9.92), segundo y tercero respectivamente.
Bolt tiene todavía un mes para volver al máximo de su forma y poder ganar confianza antes del previsible gran duelo del Mundial de Pekín contra el estadounidense Justin Gatlin, el más rápido de este año (9.74).
“Quería correr más rápido, mi salida me frenó pero lo conseguí (ganar). Estoy preparado para ir allí (al Mundial de Pekín) y estoy preparado para ganar”, aseveró el jamaicano, que sólo había corrido un 100 metros en este 2015, en abril en una exhibición en Rio de Janeiro con un discreto 10.12.