Hay cuentos, obras de aventura, títulos didácticos, juegos educativos y libros para desarrollar distintas destrezas.
Así como hay diversidad de temáticas, también hay libros de distintos precios, que van desde los Q20 a Q150, pues la idea es que todo aquel que llegue se lleve más de algún ejemplar.
Mirna Mejía acudió el jueves acompañada de sus sobrinos, Sofía Alesandra de 9 años, a quien le apasionan las biografías en inglés y español, y su hermano German Alexander Peterson, de 6 años, quien llegó en busca de libros acerca de la vida de los dinosaurios.
“Tengo 50 años de trabajo docente y sé el valor de la lectura y en ellos he logrado desarrollar el amor hacia los libros”, expresó Mejía, quien año con año acude a Filgua.
Desde San Pedro Sacatepéquez llegó Haroldo Escobar junto a sus tres hijos con la intención de que los pequeños eligieran el título a su elección. Él asegura que el amor por las letras comienza con el ejemplo.
“La idea de inculcarles el hábito de la lectura es, en un país subdesarrollado como el nuestro, tener una pequeña apertura a ver otros mundos por medio de los libros, conocer otras culturas. Trato de familiarizarlos con la lectura, que en nuestro país no es nuestro pan de cada día”, refirió el padre de familia.
Así como ellos, son cientos de familias las que se han acercado a esta feria literaria que culminará el próximo 26 de julio y donde además de libros, hay actividades recreativas para los pequeños lectores.