En términos económicos, invertir en Responsabilidad Social Empresarial (RSE) “provoca un retorno de inversión en utilidades, más recursos y empleos”, dijo Ardón.
“El desafío es formar y promover el comportamiento ético dentro de las entidades públicas y privadas”, agregó.
Corrupción
La corrupción tiene causas que van desde la debilidad de las leyes hasta la impunidad, además de la cultura de indiferencia ante el problema. “Hay países con leyes severas, sistemas de control, con información transparente y que han cultivado una cultura anticorrupción”, señaló el conferencista argentino Bernardo Kliksberg.
En agosto, el Centro para la Acción de la Responsabilidad Social en Guatemala (CentraRSE) comenzará a trabajar en la norma internacional ISO 37001, que se encarga de la gestión de anticorrupción y transparencia, informó Juan Pablo Morataya, director ejecutivo de la entidad.
En el mundo vemos un movimiento de combate de corrupción y lucha por transparencia. “Hay una necesidad mundial y nacional de adoptar códigos que buscan transparencia y condenan cualquier manifestación o forma de corrupción, que es muy saludable”, expresó Ardón.
Para Kliksberg, la ética es clave para el éxito empresarial y obtener más productividad.