El secretario de gobernación de México, Miguel Ángel Osorio Chong, dijo el lunes por la noche que las autoridades jamás fueron informadas en ese respecto, en referencia a los planes previos de “El Chapo” para fugarse. Agregó que las autoridades estadounidenses también habían dicho que no sabían de dónde había salido la información sobre la fuga que se menciona en el despacho noticioso de la AP.
Sin embargo, un funcionario estadounidense enterado de la investigación confirmó a la AP que las autoridades mexicanas habían sido alertadas de los planes. El funcionario solicitó el anonimato para hacer sus declaraciones a la prensa porque no estaba autorizado a revelar detalles.
Desde la década de 1990, el cártel de Guzmán ha sido conocido por crear sofisticados túneles en la frontera entre México y Estados Unidos. Guzmán fue arrestado por primera vez en 1993, pero escapó de una de las prisiones de máxima seguridad de México, en Jalisco, en enero de 2001, supuestamente escondido en un carro de lavandería. También evitó ser capturado en febrero de 2014 al evadirse por una elaborada red de túneles que conectaban varias casas de seguridad en Culiacán, otra ciudad de su natal estado de Sinaloa, pero finalmente fue arrestado dos semanas después.
Jim Dinkins, exdirector de la Unidad de Seguridad Nacional del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE por sus siglas en inglés), dijo que los antecedentes de Guzmán cavando túneles hacen que el escape del sábado sea “muy ingenioso”.
Dinkins dijo que el sofisticado túnel que han descrito las autoridades mexicanas suele tomar entre un año y medio o dos en completarse, por lo que dio a entender que comenzó a construirse casi inmediatamente después de que Guzmán fuera arrestado.
Los documentos de la DEA obtenidos por AP no incluyen detalles sobre cómo se habrían realizado los planes de escape anteriores. En ellos Guzmán es identificado como Guzman-Loera.
Los agentes de la DEA no tenían información sobre el plan del sábado por la noche, cuando Guzmán escapó por un túnel subterráneo desde la ducha de su celda, presuntamente construido sin que las autoridades lo detectaran. El túnel permitió que Guzmán realizara lo que las autoridades mexicanas habían prometido que nunca ocurriría tras recapturarlo el año pasado: escapar de una de las prisiones más seguras del país, por segunda ocasión.
Una intensa búsqueda, que incluyó retenes en autopistas, mayor vigilancia en fronteras y el cierre de un aeropuerto internacional, no había encontrado rastro de Guzmán para el lunes, más de 24 horas después de que se escapó.
La Casa Blanca dijo el lunes que la secretaria de Justicia Loretta Lynch habló con la procuradora general de México el día después que se descubrió el escape. El vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo que el gobierno estadounidense ofreció su apoyo a México. Señaló que Guzmán también ha sido acusado de crímenes graves en Estados Unidos.
El vocero del Departamento de Estado, John Kirby, dijo que la “rápida captura de Guzmán a manos de las autoridades mexicanas es una prioridad para los gobiernos de México y Estados Unidos”.
Los documentos revelaron que en marzo de 2014, agentes en Los Ángeles reportaron una posible operación de escape financiada por Rafael Caro Quintero, quien ayudó a orquestar el secuestro y asesinato del agente de la DEA Enrique Camarena. Ese plan involucraba amenazar o sobornar a las autoridades de la prisión. En julio de ese año, la misma investigación reveló que el hijo de Guzmán había enviado a un equipo de abogados y personal de contrainteligencia militar para diseñar un plan de huida.
En diciembre de ese año, agentes en la División de Campo de Houston de la DEA, reportaron que un general mexicano dijo que “había un acuerdo para liberar a Guzmán Loera y al líder de Los Zetas Miguel Ángel 'Z-40' Treviño Morales”.
Guzmán, quien era considerado el narcotraficante más rico y poderoso del mundo antes de su captura el año pasado, descendió por un foso desde la zona de la ducha de su celda la noche del sábado y desapareció en un sofisticado túnel de kilómetro y medio (una milla) con sistema de ventilación, iluminación y una motocicleta que aparentemente se usaba para mover tierra.
El arresto de Guzmán en 2014 fue considerado un logro para el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto en su guerra contra los cárteles de las drogas.
“Todos los reconocimientos que ha recibido México en su lucha contra el narcotráfico serán borrados por este único evento”, si Guzmán no es recapturado, dijo Michael S. Vigil, un ex jefe de operaciones internacionales de la DEA.
Además de los planes de escape de 2014, los documentos de la DEA revelan que Guzmán seguía dirigiendo algunas facetas de su imperio de las drogas.
“Aunque estaba preso en un penal de 'máxima seguridad', reportes de la DEA señalan que Guzmán Loera podía dar indicaciones a su hijo y a otros miembros de su cártel a través de los abogados que lo visitaban en prisión y posiblemente a través de un celular proporcionado … por guardias corruptos”, señalan los documentos.
Tras la captura de Guzmán, agregan los documentos, su hijo Iván Guzmán Salazar se convirtió en “el líder de facto de la rama de Guzmán del cártel de Sinaloa”. La “mano derecha” de Guzmán, Dámaso López Núñez, asumió las cuatro principales organizaciones de tráfico de drogas que operan bajo el auspicio del cártel de Sinaloa.
Por ahora es “prematuro predecir” lo que ocurrirá a la estructura de poder de la organización, pero el escape de Guzmán, podría “afectar el liderazgo actual”, según los documentos.
El periodista de The Associated Press Mark Stevenson contribuyó con este despacho desde la Ciudad de México.