Debido a que los médicos tampoco saben con certeza si esas anomalías son peligrosas, los pacientes, a menudo, terminan sometiéndose a una operación para extirpar parte del páncreas, aunque la lesión sea benigna.
Un equipo internacional de médicos, dirigidos por investigadores de la Clínica Mayo Clinic de Jacksonville, Florida, desarrolló un perfil de los pacientes que tendrían el mayor riesgo de desarrollar lesiones con potenciales probabilidad de convertirse en cáncer. El análisis se publicó por internet en la revista Digestive and Liver Diseases (Enfermedades Digestivas y Hepáticas).
“Los factores que consideramos que aumentan el riesgo de cáncer pancreático ahora nos permiten clasificar a los pacientes entre alto y bajo riesgo”, comenta el autor experto del estudio, Michael B. Wallace, gastroenterólogo.
“En los pacientes de alto riesgo se pueden realizar exploraciones y biopsias con más frecuencia u optar por la cirugía; mientras que los pacientes de bajo riesgo no requieren ese tipo de vigilancia, sino que pueden observarse con mucho menos intensidad”, añadió.
“El cáncer pancreático es difícil de detectar de manera temprana, por lo que la mayoría de pacientes es diagnosticada en una etapa posterior, cuando el cáncer es 95 por ciento mortal; por ello, buscamos maneras de entender quién corre riesgo”, agregó Wallace. “Nuestro estudio ofrece una valiosa perspectiva sobre el problema”.
Las lesiones evaluadas en este estudio y que pueden convertirse cancerosas se conocen como neoplasias mucinosas papilares intraductales y son comunes. “Entre 10 y 40 por ciento de las personas las tienen”, explica Wallace. “En la mayoría de ellas no se está desarrollando un cáncer de páncreas, lo que no es tan común”, agregó.
A fin de encontrar maneras de identificar a los pacientes con alto riesgo, Wallace y sus colaboradores, que incluye a médicos de hospitales en todo Estados Unidos y Europa, examinaron los datos de mil 126 pacientes diagnosticados con lesiones en el páncreas.
Factores de riesgo
De ese grupo, se descubrió que solamente 84 tenía cáncer pancreático invasivo. Esos pacientes presentaban todos o algunos de los siguientes factores de alto riesgo: antecedentes de fumar y obesidad, y dos síntomas de la enfermedad: ictericia (ojos y piel amarillenta) y esteatorrea (gotas de grasa en las heces que indican que el páncreas no produce suficientes enzimas digestivas).
Además, un quiste de gran tamaño observado en una exploración por imágenes, la presencia de quistes en el conducto pancreático principal y la ausencia de nódulos en la pared del quiste también fueron factores de riesgo.
“El presente estudio refina las pautas actuales para el tratamiento de estas lesiones, las cuales no son muy específicas”, anota Wallace. “Esperamos poder tranquilizar a los pacientes que tienen estas lesiones comunes respecto a que no corren alto riesgo”, puntualizó.