“Entender de qué hablan los datos, en este caso las millonarias conversaciones que tienen lugar a diario en Twitter, y cuál es el impacto de este tipo de redes tecnológicas en la vida real”, explicó Deb Roy, director del Laboratorio de Máquinas Sociales del Instituto Tecnológico de Massachussetts (MIT).
Estudio
Las interrogantes como: ¿El comportamiento en redes sociales es el reflejo real del carácter? ¿Sirven las redes sociales para conocer mejor la naturaleza humana? ¿Qué impacto tienen este tipo de herramientas de conexión? son algunas de las preguntas que Roy y su equipo se formulan.
Deb Roy fue el encargado de analizar los datos de Twitter. (Foto Prensa Libre: EFE)
En Twitter la mayoría de los tuits son públicos y esa naturaleza abierta ha impulsado que la compañía quiera compartir sus datos con el mundo, con aquellos que deseen analizarlos.
Con esa filosofía, puso en marcha Data Grants, un programa para dar a investigadores acceso al historial de datos públicos de forma gratuita.
“Con los enormes conjuntos de datos ha surgido una nueva ciencia social que nos permite comprender patrones del comportamiento humano”, dijo Roy.
El análisis de la conducta y las relaciones humanas siempre ha existido, ha matizado, pero ahora se puede tener una visión más completa, más global, gracias a ese registro imponente de información.
Análisis
Roy lo compara con la genética, que ha saltado de analizar un único genoma a disponer de un número muy elevado de secuenciaciones de genes que permiten dibujar un panorama más amplio, o con la neurociencia, que ha pasado de analizar la sinapsis individual a estudiar todas las conexiones del cerebro.
“La posibilidad de estos análisis de grandes cantidades de datos es nueva en la historia y lo está cambiando todo”, agregó.
El Laboratorio lleva a cabo tres investigaciones: sobre el impacto de las interacciones entre Twitter y el periodismo, sobre el uso de la red de microblogging como una vía de organización social y política y sobre cómo puede contribuir esta tecnología al aprendizaje social.
La investigación plantea que la información que se genera en Twitter determina el comportamiento humano. (Foto Prensa Libre: Tomada de cruiselawnews.com).
Roy comentó que los investigadores deben tener en cuenta que el comportamiento que se muestra en Twitter difiere del real.
Vida conectada
“Twitter forma parte de la vida real, no es que le sea algo artificial o ajeno, pero es incompleto. Necesitamos entender mejor las relaciones entre las distintas caras del comportamiento humano, qué nos dejamos por el camino, qué cosas no somos capaces de ver, qué cosas están sesgadas”, explicó.
¿Qué ha aprendido Deb Roy de la naturaleza humana desde que está al frente de la analítica de datos en Twitter? “Que las personas quieren estar conectadas. Todos tenemos ese deseo, pero la gente está encontrando nuevas maneras de canalizar ese deseo gracias a estas nuevas tecnologías. Es una pregunta muy amplia. Son muchísimas las cosas de las que podremos aprender gracias a Twitter”, concluyó.