En este sentido recordó que entre junio y julio del año pasado se registraron una decena de ataques del ELN en Bogotá al conmemorar el 50 aniversario desde la fundación de ese grupo armado, una efeméride que se repite de nuevo este sábado.
Asimismo, subrayó que en el último año se han registrado siete atentados similares en Bogotá, “de los cuales seis han sido atribuidos al ELN”.
El mandatario declaró que este tipo de atentados “son hechos que lo que buscan generar miedo y terror y son hechos de terrorismo”.
“No sé que están buscando estos terroristas poniendo estos artefactos, lo que quiero decirles es que no van a mover la voluntad del Gobierno un solo segundo o la voluntad del presidente para lograr la paz”, añadió.
Por su parte, el fiscal general, Eduardo Montealegre, explicó que las cámaras de seguridad “son elementos de prueba que sirven en la investigación penal” que podrán ser utilizados en este caso.
Quienes acuden al terrorismo demuestran debilidad y cobardía. Creen que nos doblegan. ¡Al contrario, nos endurecen!
— Juan Manuel Santos (@JuanManSantos) July 3, 2015
Por ello pidió a los ciudadanos que, si cuentan con vídeos que pudieran aportar datos en la investigación, los entreguen a las autoridades competentes y subrayó que “existe una prohibición legal de entregar este material a personas distintas a las autoridades”.
“Si la Fiscalía constata que se ha entregado este material a personas distintas a las autoridades judiciales, y se puede obstaculizar la investigación, la Fiscalía iniciará investigaciones penales por obstrucción a la justicia” , apostilló.
Continúan con investigaciones
Colombia buscaba este viernes a los responsables de dos explosiones ocurridas la víspera en Bogotá, los cuales pueden ser miembros de grupos armados de izquierda o de derecha, según el gobierno, que ofreció una recompensa de us$38 mil por información para capturar a los autores.
Santos regresó el jueves de Perú, donde se celebra la X Cumbre de la Alianza del Pacífico, para atender personalmente la situación.
“Quienes acuden al terrorismo demuestran debilidad y cobardía. Creen que nos doblegan. ¡Al contrario, nos endurecen!”, afirmó en Twitter antes del inicio del consejo de seguridad en la presidencial Casa de Nariño.
Dos explosiones se registraron en la capital colombiana el jueves en la tarde, primero en el centro financiero, y 40 minutos después en una zona industrial, dejando 10 heridos leves y daños materiales.
Ambas detonaciones ocurrieron en sedes del fondo de pensiones y cesantías Porvenir, propiedad del conglomerado de entidades financieras del magnate colombiano Luis Carlos Sarmiento.
Según dijeron a la AFP testigos de la primera explosión, desconocidos ingresaron una caja al lugar y al descubrir que no tenían dueño y recibir llamadas de advertencia, las autoridades evacuaron la zona.
muertos se contabilizan en 50 años de conflicto armado interno en Colombia, además suman más de 6 millones de desplazados.
Colombia vive desde hace más de 50 años un conflicto armado que ha involucrado guerrillas, paramilitares, agentes del Estado y bandas narcotraficantes. Las explosiones de bombas han sido una de las más dramáticas manifestaciones de esos enfrentamientos, que ya dejan 220.000 muertos y más de seis millones de desplazados, según cifras oficiales.
Para poner fin al conflicto interno, el gobierno sostiene desde noviembre de 2012 pláticas de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) , principal y más antiguo grupo rebelde del país, pero las conversaciones, que se desarrollan en Cuba, avanzan sin una tregua en el terreno.
Desde el 22 de mayo las autoridades están en alerta por un recrudecimiento de acciones del grupo insurgente tras la suspensión de una tregua unilateral que iniciaron en diciembre pasado, en el marco de esos diálogos.
Reporte de la cadena Cablenoticias de Colombia, con los relatos de personas que presenciaron las explosiones. (YouTube).
Por otra parte, el gobierno de Santos sostiene desde enero de 2014 conversaciones exploratorias de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) , segunda guerrilla activa, sin la instalación por ahora de una mesa de negociación.