Los procesados son integrantes de la célula Crazy Richie, del Barrio 18, la cual opera en la zona 6, Chinautla, y otras áreas de la capital, desde febrero del 2008. Empezó a expandir su territorio a San José Nacahuil, uno de los objetivos de la masacre del 7 de septiembre del 2013.
El Ministerio Público (MP) precisó que las órdenes fueron emitidas por los sindicados, desde la cárcel de máxima seguridad Fraijanes 1.
El objetivo era matar a pandilleros de la Mara Salvatrucha (MS) que, se consideraba, residían en esa comunidad, específicamente uno identificado solo con el alias de el Popeye.
La investigación señala que los imputados son coordinadores de delitos desde las prisiones.
Una semana antes
En la audiencia de primera declaración se presentó el audio del testimonio de un colaborador eficaz, quien brindó pormenores de cómo se planificó la masacre, una semana antes del 7 de septiembre del 2013, así como el tipo de armas que utilizarían.
“Estábamos en casa de Viviana cuando recibimos la llamada del Duende, indicándome que teníamos que sacar un brete allí en San José Nacahuil, y yo le digo que está bien”, refirió el testigo, quien declaró en enero del 2014 y el pasado lunes.
Explicó que también se le comunicó que le enviarían las armas, entre ellas una subametralladora 9 milímetros. Citó que el Maníaco le informó que le proporcionaría un chequeo —sicario—, y le entregó una pistola Pietro Beretta y Q600 para gastos. Además, le ordenó: “Hay que darles solo en el coco —cabeza—, y no hay que dejar testigos”.
Por último, el Little Strong le dijo que donde Viviana había una 38 milímetros, para que él la usara, y que tenían que asegurar la muerte del Popeye, quien supuestamente era el encargado de proporcionar las armas a la MS, porque allí opera la célula Fucking Locos, de esa pandilla.
Tres días antes del ataque armado, llegó a San José Nacahuil una persona a quien solo se le identificó como Candelario, para reconocer el área y rutas de escape.
Estructura
El testigo detalló cómo está estructurado el Barrio 18, y explicó que el ranflero es el jefe de la clica y es quien se encarga de dar las órdenes, y que la mayoría de ellos opera en Fraijanes 1.
Después le siguen los homies brincados, o coordinadores de cárceles o de calle, quienes reciben las órdenes de Fraijanes 1 por medio de “papelitos” que son enviados a los paros o banderas.
De ahí están los chequeos o sicarios, que son los encargados de ejecutar las órdenes. También mencionó que los paros son los responsables de llevar las armas y cobrar las extorsiones, así como el transporte para la fuga tras un ataque.
García, El Duende interrumpió al juez para pedir que llevaran al colaborador eficaz para enfrentarlo, a lo que el juzgador no accedió.