IMAGEN ES PERCEPCIÓN
Voto nulo vinculante
Las autoridades del TSE estructuraron una propuesta al Congreso de la República, en cuanto a las reformas a la LEPP, las cuales podrían ser un gran avance para nuestro sistema político y un freno para la corrupción. En general los enunciados no son del todo malos, pero en la situación que vivimos están desajustados en tiempo y circunstancias. Es como si usted tuviera un cáncer terminal y necesita ser operado hoy mismo para sobrevivir, sin embargo le dicen que tendrá que esperar un año, porque “las normas” del hospital no permiten la intervención, obviamente morirá.
De igual manera Guatemala está agonizando, esperando una amputación del cáncer de la corrupción. Los síntomas son evidentes, cada dos días estalla un nuevo escándalo de mafias, y aún así quieren posponer la operación. Las reformas están bien, pero lo que no le termina de parecer a una población sedienta de justicia social es que estas propuestas entrarían en vigencia a partir de las elecciones del 2019. Y mientras tanto tendríamos que soportar otros cuatro años la podredumbre en la que estamos inmersos, porque no hay forma por ahora de demostrar un repudio a los candidatos que no califican para estas elecciones, es decir, “todos”. Esperar cuatro años más para que estas leyes entren en vigencia, si es que este Congreso se digna a aprobarlas, sería alargar la agonía, tortura y vicios de un sistema electoral secuestrado por personas inescrupulosas, que buscan a toda costa alargar el mayor tiempo posible este escenario, para seguir robando y haciendo cagadales —para que nadie se horrorice por la palabrita, encontré esta definición en el diccionario de la RAE: Coloq. Conjunto de errores o acciones malas cometidas por alguien—. La palabra se ajusta a la perfección al actuar de los politiqueros guatemaltecos.
El voto nulo vinculante es un as en la manga y nuestra arma mortal para sacar a esta gente indeseable del actual ruedo electoral se depuraría también el ambiente político general y se harían escuchar las lógicas exigencias ciudadanas. Al paso que vamos, si no ponemos un alto, no llegaremos vivos como país al 2020. Porque entonces sí que estaría en juego la frágil democracia que tenemos. Ni un día más podemos estar sin trabajo, sin hospitales, sin seguridad, sin educación y sin justicia. ¿Hablan de cambios a largo plazo?, mientras la gente está muriendo de hambre, miseria e injusticia social.
El factor del voto nulo vinculante puede darnos un resultado positivo a inmediato plazo en los comicios 2015. Esto implicaría que si la mayoría emite un voto nulo, se anula el evento y se convoca a un nuevo proceso. Y lo mejor de todo es que ya no podrían participar los candidatos que fracasaron en su intento. Por ahora esto parece ser solo un “sueño chapín”, pero a la velocidad en que están ocurriendo los cambios en el país, no está tan lejos de hacerse una realidad.
Dónde están los abogados que encuentran siempre la solución “legal” para defender lo indefendible. Pues que ahora pongan en alto el prestigio de su gremio y hagan algo bueno por el país, que tanto se necesita.
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