El jefe de la diplomacia del país norteamericano reconoció que el dinero “no es la única respuesta” y que es necesario que la ayuda estadounidense se gestione “de forma cuidadosa y adecuada”.
“Pero si no hacemos esto, habrá mayores niveles de violencia, mayores niveles de agitación, mayores oportunidades para que los grupos radicales recluten gente, la violencia aumentará. Y Estados Unidos sentirá ese impacto“, advirtió.
“Esto no es solo una estrategia basada en ayudarles y hacer lo correcto. Esto está en nuestro interés de seguridad, en nuestro interés a largo plazo, y encaja con nuestros valores”, aseguró Kerry en la audiencia del Comité de Gastos del Senado estadounidense.
Los fondos solicitados por Obama, incluidos en el presupuesto para el año fiscal 2016 y que por el momento no han sido aprobados por el Congreso, se invertirán en una “estrategia centrada en la seguridad, en la gobernabilidad y en la prosperidad” en la región, según Kerry.
Crisis migratoria
La ayuda económica también busca prevenir una repetición de la crisis migratoria del año pasado, cuando miles de menores centroamericanos cruzaron solos la frontera sur de Estados Unidos.
El senador demócrata Patrick Leahy recordó durante la audiencia la complicada historia de la región norte de Centroamérica, que ha estado marcada por “décadas de oligarquías corruptas, guerras civiles, cuadrillas de la muerte” y donde ahora persiste “el crimen organizado y una corrupción profundamente enraizada y extendida”.
“Doy la bienvenida a un nuevo enfoque en esa región, pero quiero asegurarme de que los miles de millones que hemos solicitado van a gastarse de forma diferente que en el pasado”, afirmó el senador Leahy.