La investigación detalla que los sindicados pertenecen a la pandilla del Barrio 18, y que la masacre se originó por pelea de territorio entre grupos antisociales, para cobrar la extorsión.
El Ministerio Público señala que las víctimas se encontraban en el referido negocio la noche del 7 de septiembre el año pasado, y los victimarios creyeron que se trataba de un grupo de pandilleros rivales.
El resultado del atentado armado fue de 11 personas muertas, además de 11 más que fueron heridas.
Se presume que el hecho fue ordenado desde la cárcel Fraijanes 1, donde los tres procesados guardaban prisión, por lo cual se les considera como autores intelectuales.
La Fiscalía cuenta con la declaración de un testigo, a quien los jefes de la estructura criminal también ordenaron participar en la matanza.
Con información de Byron Vázquez