Sócrates, que salía de la cárcel de Évora (en el centro del país) por primera vez en tres meses, debía declarar “en el marco de investigaciones” relacionadas con “violaciones del secreto de sumario”, ha indicado a la AFP un portavoz de la Fiscalía General. Se investiga la filtración de informaciones antes del arresto del exjefe del Gobierno, el 21 de noviembre en el aeropuerto de Lisboa, que permitió que varios periodistas supieran lo que iba a ocurrir, según el diario de referencia Público. El propio Sócrates también violó presuntamente el secreto de sumario al expresarse varias veces ante la prensa para denunciar su encarcelamiento y defender su inocencia.
El caso tuvo un nuevo episodio el viernes con el anuncio de la comparecencia ‘voluntaria’ de Paulo de Lalanda e Castro, dirigente en Portugal del grupo farmacéutico suizo Octapharma, para el que trabajó Sócrates. El semanario Expresso afirma que Lalanda e Castro fue inculpado por blanqueo de capitales y fraude fiscal. Los salarios pagados entre enero de 2013 y finales de 2014 a Sócrates por su actividad de asesor para Octapharma pueden formar parte de una red muy compleja dedicada al blanqueo de capitales en Suiza, según fuentes judiciales citadas por la revista.