Cuando el atracador anunció que se trataba de un asalto, los 20 pasajeros lo acorralaron y desarmaron, tras lo cual abandonó el vehículo y se arrojó del puente, a una altura de 60 metros, según G1.
“En ese momento, sólo vi que todos gritaron y él saltó” , contó a la TV Globo el chofer, que fue apuntado con un arma en la cabeza.
Los bomberos rescataron al sospechoso del agua y lo trasladaron a un hospital, donde permanecía bajo custodia policial.
A pesar de la altura, el salto sólo le dejó una costilla quebrada, informó la Secretaría Municipal de Salud a G1.
Según datos oficiales, el estado de Rio de Janeiro -de 16,6 millones de habitantes- registró más de 7.300 asaltos contra autobuses en 2014.