Un caso muy típico fue el del general Miguel Ydígoras Fuentes, a quien llamaban “loco o payaso”, por todo lo que hizo y ofreció para poder alcanzar la presidencia. Durante su campaña prometió dos cosas: que todos los guatemaltecos iban a tener “una gallina en el puchero” y que gobernaría con “mano de acero inoxidable”. Solamente cumplió a medias lo primero, porque abarató la carne de pollo ya que promovió la industria de la crianza de aves.
Las elecciones se llevaron a cabo en octubre de 1957 e Ydígoras Fuentes fue derrotado por Miguel Ortiz Pasarelli, pero alegó que el proceso había sido fraudulento. “Me mecatearon las elecciones”, decía.
Sus correligionarios lo apoyaron y una de las primeras manifestaciones de solidaridad fue la que se conoció como “de las bicicletas”, en la cual el militar se plantó frente al Palacio Nacional y una multitud dio vueltas alrededor del parque central, una buena parte lo hizo en bicicleta.
Ante las protestas, el proceso se anuló y se repitió a principio de 1958.
Sus contrincantes le decían que debido a sus 63 años estaba muy “viejo y loco” para gobernar. Para demostrar lo contrario, y que tenía buena condición física, se puso a saltar cuerda frente a las cámaras de televisión del canal 8.
Sus contrincantes también lo apodaban chemise —vestido flojo que estaba de moda entre las mujeres— porque repetía que todo lo que se hablaba de él le “caía flojo”.
El diario El Imparcial en una edición de 1957 publicó que Ydígoras Fuentes y el presidente de Costa Rica, Mario Echandi, bailaron un son en el parque de San José.
Estas acciones y otras extravagancias más, le permitieron al militar ganar las elecciones y tomar posesión el 2 de marzo de 1958.
Fuentes: Miguel Álvarez, Cronista de la Ciudad/ jornada.unam.mx/ Guillermo Paz Cárcamo revista albedrio.org