Estas artimañanas fiscales son legales, “pero con la condición de que la dirección física de la sociedad esté en Luxemburgo, algo que es difícil de demostrar”, indicó un experto preguntado por De Morgen y que cree que los jugadores podrían ser multados.
El pasado noviembre, el escándalo financiero LuxLeaks puso en relieve la cantidad de artimañas que usaban grandes clientes internacionales, muchas multinacionales, para aprovechar las ventajas financieras del pequeño país europeo.