ES IMPOSIBLE DEjar de  pensar en el caso del Plan Colombia, cuando se habla de la oferta del presidente Obama.  Esos mil millones de dólares equivalen a un solo día del gasto de Estados Unidos en operaciones militares en el Medio Oriente. Al hacer esa comparación, no resulta una cifra modesta, sino irrisoria para la perspectiva de Estados Unidos, aunque sea dramáticamente  importante para el Istmo, sobre todo porque será dinero otorgado en cinco años consecutivos, es decir,  cinco mil millones. Por aparte, la idea presidencial no las tiene todas consigo, si el Congreso —de mayoría republicana—  lanza la idea al cesto de  la basura. En ese caso, el mandatario quedaría como alguien a quien le amarraron las manos, lo cual causará daño al partido opositor y sería beneficioso para la victoria de quien sea el candidato demócrata.

EL ANUNCIO PRESIDENcial tiene claros objetivos políticos internos para afianzar el voto hispano y causar problemas a los hispanos de ese partido. Si el partido ahora mayoritario en el Congreso no estuviera manejado ahora por los más recalcitrantes, hubiera aprovechado para criticar al presidente porque la cifra es muy pequeña. Pero no lo  harán. Es demasiado sutil… El  punto de vista centroamericano (la otra cara de la moneda), señala precisamente esa “modestia”  de la ayuda, sobre todo porque a Centroamérica le tocó y le ha tocado sufrir en mucho la cercanía geográfica con Estados Unidos, por la política del gran garrote, la Guerra Fría y ahora la acción de los narcotraficantes, en parte por causa del éxito del Plan Colombia.  
 
HACE POCO, MUY POCO, el mundo entero se escandalizó al saber del ingreso constante de miles de niños de corta edad por la frontera sur, muchos de ellos provenientes del Triángulo Norte de Centroamérica. La reacción no fue la mejor, en parte porque tomó desprevenidas a las autoridades estadounidenses, y por eso muchos niños pararon en instalaciones inadecuadas. La acción conjunta de autoridades locales y de los embajadores de México y de esa zona centroamericana  provocó la disminución de los casos, y el tema desapareció de los medios de comunicación. Pero siguen los ingresos ilegales porque las condiciones de vida del Istmo llegan a veces a casos cuasi infernales, lo cual obliga a muchos a exponerse a todo, incluyendo viajar en el tren La Bestia.
 
ESTOY DE ACUERDO CON las exigencias de controlar la corrupción, y de exigir estabilidad legal para la inversión del sector privado. Si aumentan los  empleos en el Triángulo Norte, disminuirá la emigración a Estados Unidos. Elemental. Pero no solo se ayuda dando dinero: también adquiriendo productos. El café guatemalteco es ahora gourmet y toda la producción, 6,000 quintales, lo compran Europa y Starbucks, la cadena de cafeterías más grande del mundo. A eso se debe agregar facilidades para empresas pequeñas y medianas. Derrumbar el plan del presidente Obama demuestra ceguera política increíble. Mientras, la reunión en el BID ha causado compromisos casi imposibles de incumplir por los gobiernos. Esa es la buena noticia.