El embajador británico Mark Lyall Grant saludó el “mensaje fuerte y unitario” del Consejo, mientras que su par jordana Dina Kawar dijo que espera que Yemen pueda “evitar caer en el pozo” .
Antes de esta votación, los hutíes habían demostrado este domingo que estaban determinados a continuar ocupando el poder, a pesar de las presiones del Consejo de Seguridad, el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) y la Liga Árabe.
Este último organismo convocó para el miércoles una reunión de sus dirigentes encargados de seguir la situación en Yemen.
En su resolución, el Consejo “exige que los hutíes participen, de manera inmediata y sin condiciones, de buena fe en las negociaciones” conducidas bajo la égida de la ONU, que “retiren sus fuerzas de las instituciones del Estado” y que “cedan el control de las instituciones gubernamentales y de seguridad” .
Las milicias chiitas deben además “liberar al presidente Abd Rabbo Mansur Hadi, a su primer ministro y a los integrantes del gabinete” que permanecen en prisión domiciliaria.
El Consejo pide además a todos los protagonistas de la crisis que “aceleren” las negociaciones y fijen una fecha para un referéndum constitucional y elecciones.
Contempla por otra parte la posibilidad de sanciones -pudorosamente presentadas como “medidas suplementarias- contra quienes no respeten su decisión, pero no va tan lejos como lo deseaban los países del CCG, que el sábado reclamaron la aplicación de medidas coercitivas en función del capítulo 7 de la Carta de la ONU.