El  cargamento fue valorado en US$1 millón. El  13 de enero los pilotos de los camiones fueron liberados. ¿Qué ocurrió con el cargamento de jade decomisado? Silencio absoluto.

Una de las regiones donde el jade se explota ilícitamente porque es una área protegida, por lo tanto el MEM no puede extender ninguna licencia,  es la zona de amortiguamiento de la Sierra de las Minas, en la cuenca del río Teculután.  Sin embargo, las  mafias  han tenido plena  libertad para  talar el bosque, introducir maquinaria y  devastar   la montaña  con tal de obtener  sus millonarios embarques. ¡He  visto fotos de semejante destrucción! Era lógico que las  comunidades de esta zona, el 25 de enero por la noche, desalojaran indignadas a la empresa fantasma que ha estado saqueando este mineral.

La Fundación Turcios Lima, dirigida por  César Montes, en  su  muro  de Facebook  dio a conocer esta valiente acción.   Los vecinos, totalmente desarmados, capturaron a 50 efectivos de la seguridad privada,  que cuidaba las instalaciones clandestinas y la maquinaria  y los bajaron en sus propios vehículos. No hubo ni un muerto ni un herido.

El 3 de febrero fueron asesinados dos jóvenes de la comunidad  El Arco,  en Teculután. La población comenta que fueron sicarios de la empresa fantasma. El 10 de febrero, varios vecinos, para impedir que vehículos pesados siguieran sacando el jade, utilizaron ramas, piedras y quemaron llantas para bloquear un tramo vial. Llegó la Policía, y para dispersarlos   utilizó  bombas lacrimógenas y disparos. Me enviaron un video que duele verlo. Es inaudito que la PNC,  quien  debe cuidar  a la población y especialmente a los niños, lanzara bombas lacrimógenas en las casas y disparara, pero ¡para proteger a los traficantes! Las maestras de la escuela y 110 niños y niñas tuvieron que refugiarse en la montaña y pasar la noche allí.

Mi reflexión: La población  de Teculután actúa  heroicamente al declararle la guerra a estos saqueadores  del jade. Tenemos que apoyarlos. Su  batalla es también nuestra, es  de todos los chapines   porque  revela  cómo el oscuro  poder de las mafias, en connivencia con el Estado, se ha  apropiado  de  Guatemala. “¡Si apreciamos lo que el jade es para nuestra cultura, podríamos decir que nos están robando el alma!”, exclamó el Clarinero.