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El asesor de parejas Virgilio Cordón explica que el hombre es más práctico al actuar y conquistar. “Puede andar con alguien sin mezclar sentimientos, mientras que la mujer crea vínculos emocionales. Esta es la razón por la cual es más difícil que ella supere una infidelidad, porque sabe perfectamente bien que se compromete un todo”, añade.
La psicóloga Brenda Enríquez afirma que uno de los factores que influye en este comportamiento ocurre cuando las parejas se comprometieron muy jóvenes y no han alcanzado una madurez emocional.
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“De cada 10 parejas que atiendo, seis son menores de 30 años. En la mayoría de casos creen tener derecho de faltar al compromiso marital porque necesitan experimentar lo que no hicieron en su soltería”, agrega Enríquez.
Algunas razones
“Se debe entender que la infidelidad no es una causa, sino una consecuencia de una desconexión emocional y espiritual con la pareja”, asegura Cordón.
Dentro de la infidelidad se hacen tres grandes divisiones: la fisiológica, la psicológica y la cultural. La primera es puramente sexual y se da por atracción física. En esta no hay sentimientos y es más frecuente en hombres, porque buscan conquistar y el acto sexual únicamente.
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“Se puede volver recurrente en personas con patologías ninfómanas, que buscan intimidad y no necesariamente porque no quieran a su pareja. La causa es que tienen una necesidad fuerte de contacto sexual”, señala Cordón.
La segunda surge de una compensación emocional insatisfecha. “Es habitual en mujeres, que se sienten abandonadas o con algún tipo de problema sin resolver de la niñez o simplemente tratan de escapar del maltrato o violencia que viven en el hogar”, enfatiza Enríquez.
La tercera razón se relaciona con cuestiones culturales como el machismo, donde la presión de grupo juega un papel importante.
“Es común en hombres, aunque ahora también hay un número reducido de mujeres. Sucede cuando el grupo de amigos o en el círculo en el que se desenvuelven, tienen más de una pareja y presionan para que los demás también lo hagan”, añade Cordón.
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Consecuencias
Si la infidelidad no se supera el afectado puede desarrollar neurosis —trastorno psicológico que se caracteriza por una intensa conflictividad interior—. Esta provoca distintos tipos de ansiedad:
Ansiedad de expropiación: cuando el individuo que fue traicionado siente que le quitaron algo a lo que tiene derecho.
Ansiedad de ejecución. Creer que el engaño se dio por una cuestión fisiológica y que el otro es mejor en la intimidad. Es frecuente en hombres.
Ansiedad de valoración. Esta daña la autoestima de la mujer porque imagina que la infidelidad se debió a que la otra vale más que ella.
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¿Se puede perdonar?
Sí, pero el perdón es una decisión consciente y no significa que se olvidó el suceso.
La traición se supera solo cuando las parejas son emocionalmente maduras, porque únicamente así pueden continuar con la relación.
Para olvidar, el infiel debe admitir que traicionó. Así como asumir la responsabilidad sin delegar la culpa al
cónyuge o al amante por lo sucedido.
Luego será necesaria la terapia de pareja. Esto ayudará a encontrar la raíz del problema, buscar el por qué y cómo volver a tener esa conexión.