Vecinos que se encontraban en el lugar indicaron que después del ataque a Cabrera tres personas con gorros pasamontañas huyeron.
Rubelia Ramos, quien se identificó como esposa de la víctima, pidió a los agentes de la PNC que investiguen el hecho, ya que su cónyuge no tenía problemas con nadie. “¿Qué voy a hacer para cuidar a mis cuatro hijos?”, expresó.