Cuatro días antes de aparecer muerto en su apartamento con un disparo en la cabeza, en oscuras circunstancias, Nisman acusó a la mandataria de proteger a los iraníes.
El expresidente iraní Ali Rafsanjani es uno de los sospechosos del ataque a la mutual judeo-argentina AMIA, con un saldo de 85 muertos y 300 heridos.
El caso dividió al país entre quienes piensan que Nisman fue una víctima del gobierno y los que denuncian un complot internacional para desacreditar a Kirchner impulsado por poderosos exagentes de los servicios de inteligencia echados de sus puestos el 17 de diciembre pasado.
Rafecas juzgó a militares de la dictadura (1976-83) por delitos de lesa humanidad y por sus estudios sobre la Shoá que perpetraron los nazis recibió los premios Derechos Humanos de la Fundación B’nai B’rith, Moisés 2011 de la Sociedad Hebraica Argentina y Gilbert Lewi de la Fundación Museo del Holocausto de Buenos Aires.
La muerte de Nisman, caratulada de “dudosa” sin que sepa aún si fue suicidio u homicidio, la investiga otra fiscal, Viviana Fein.
Fein suspendió este miércoles las vacaciones que iba a iniciar el 18 de febrero, tras críticas del gobierno que le reclamó no abandonar el caso.
“Que no se ponga la malla (traje de baño para ir a la playa). Estamos en una investigación que preocupa a todos los argentinos”, dijo en rueda de prensa el secretario general y vocero de la presidencia, Aníbal Fernández.
Fernández se encontraba este miércoles en China, donde firmó acuerdos de fuertes inversiones en energía y transportes con el gobierno de Xi Jinping.
En 2004 Nisman, con respaldo del entonces presidente Néstor Kirchner (2003-2007), acusó por el ataque a ocho exgobernantes iraníes y a un libanés.
Pero en el 2011 su esposa y sucesara, Cristina Fernández, firmó un acuerdo con Irán para poder indagar a los iraníes en Teherán, pese a la oposición del fiscal y de la dirigencia de la colectividad judía de Argentina, de unos 300 mil miembros.
El fiscal acusó a Fernández de pedir a Interpol que levantase pedidos de captura contra los iraníes, pero el exsecretario general del organismo policial, Ronald Noble, lo desmintió.
Nisman escribió que Fernández buscaba conseguir petróleo de Irán a cambio de encubrir a los iraníes, aunque el crudo que exporta Teherán no sirve para ser procesado en Argentina.