En el sur de Ontario, la principal provincia canadiense, la tormenta, que se inició en la noche del domingo, está acompañada de vientos de entre 30 y 50 kilómetros por hora, que junto con las precipitaciones en forma de nieve está reduciendo al mínimo la visibilidad.
En la mañana de hoy, la Policía de Ontario ya había registrado más de 250 colisiones en las carreteras del sur de Ontario.
En Toronto, la mayor ciudad canadiense, y sus alrededores las autoridades cancelaron el servicio de autobuses escolares por el peligro que suponen las bajas temperaturas para aquellos estudiantes que tienen que esperar en la calle la llegada del autobús.
Con el efecto del viento, la temperatura en la ciudad se situaba hoy en -27 grados centígrados.
Toronto, donde este invierno ya han muerto tres personas sin techo por las bajas temperaturas, decretó una alerta por frío extremo que establece la apertura de más refugios para aquellas personas que viven en la calle.