Pacientes indicaron que una enfermera les dijo que no habría atención, y no dio detalles. Según el hospital, a diario son atendidas unas 12 personas de entre 12 y 77 años, de departamentos de occidente.
En su última visita a Xela, Luis Monterroso, ministro de Salud, resaltó que se detectaron anomalías, entre estas el cobro de 368 sesiones a pacientes que no tienen registro, y no hay documentos que respalden el gasto de Q220 mil 800.
Sofía Acevedo, directora del centro asistencial, señaló que la decisión de cerrar esa unidad se tomó debido a las anomalías encontradas.
Agregó que el servicio lo presta el Hospital de Especialidades Sagrada Familia, pero no hay contrato específico. Refirió que hacen las gestiones para institucionalizar la atención.
Servicio es lento
El hospital llegó a un acuerdo con la referida empresa, la cual le prestó algunas máquinas que desde el mediodía funcionan en el quinto piso, pero según algunos pacientes la atención es muy lenta. Para los que no lograron atención, el hospital habilitó un albergue.
Hernán Ovalle, representante del Hospital Sagrada Familia, manifestó que él no trabaja por lucro, ya que el costo por sesión es de Q600.
“El Ministerio de Salud me adeuda más de Q1 millón desde el 2012; sin embargo, ahora dicen que ya no les daré el servicio”, comentó.
Afectados
El paciente Joel Alvarado Bámaca expresó que los problemas administrativos del centro asistencial no deben afectarlos.
Agregó que de no recibir la atención médica podrían morir. “No podemos costear un tratamiento privado porque cada sesión cuesta Q1 mil 200; además, antes de este gobierno recibíamos fármacos, pero ahora no”, señaló.
Algunos de los afectados recalcaron que han sido tratados en la capital, pero no pueden cubrir el gasto y que en ocasiones han dormido en la calle.
Silvia Barrios, una de las afectadas, argumentó: “Les pido a las autoridades que tomen en cuenta que nuestra vida está antes que nada”.