Más de seis millones de estadounidenses de bajos ingresos que han obtenido su seguro de salud a través del mercado federal dependen de los subsidios, con una reducción de los costes del 72 % de media, unos 270 dólares de ahorro al mes.
"As the law's provisions have gradually taken effect, more than 16 million Americans have gained coverage so far." —President Obama
— Barack Obama (@BarackObama) June 25, 2015
La Corte declaró legales los subsidios que el Gobierno federal otorga a personas de bajos y medios ingresos en al menos 34 estados para poder comprar un seguro médico.
Con su dictamen, el Supremo, máxima instancia judicial de EE.UU., se pronunció en contra de la demanda que habían presentado cuatro residentes del estado de Virginia.
Los opositores de la ley afirman que la redacción actual de la Ley de Cuidado Asequible de la Salud (ACA, pro su sigla en inglés) aprobada por el Congreso apuntaba que los subsidios sólo pueden ser adquiridos a través de “un cambio fijado por el Estado” donde viven los asegurados.
Si el Supremo hubiera respaldado esta argumentación, los ciudadanos que hubieran adquirido sus seguros en el mercado federal, que son la gran mayoría de los asegurados por la ley de salud, habrían perdido los subsidios.
Sólo 16 estados, hasta ahora, tienen sus propios sistemas de ayudas a los seguros en funcionamiento.
De haber sido otra la decisión de los jueces, la reforma sanitaria de Obama, conocida como Obamacare por sus detractores, hubiera sufrido un gran revés, ya que el número de adscritos al sistema se hubiera desplomado.
Obama celebra
El presidente estadounidense Barack Obama se congratuló este jueves por la decisión de la Suprema Corte de Justicia que validó su ley de seguro de salud, considerando el veredicto como una victoria para los estadounidenses y no solamente para él.
“La de hoy es una victoria para los estadounidenses que trabajan duro a lo largo de este país, cuyas vidas continuarán siendo más seguras en una economía cambiante, como consecuencia de esta ley”, declaró en un discurso pronunciado en la Casa Blanca.