La controversia que enfrenta a la Real y a Bravo tiene su origen en el contrato de traspaso del jugador al Barcelona la pasada temporada.
El club de San Sebastián defiende que el portero renunció a la prima por dicho traspaso y no está de acuerdo con la solicitud de sus representantes de reclamar esa suma un año después de su salida de la Real.
El equipo donostiarra ha difundido a través de su web un escueto comunicado en el que informa de la celebración de ese intento de evitar el juicio al que parece que ambas partes están abocadas tras el desacuerdo de hoy.
Después de señalar que dicho acto de conciliación ha finalizado sin aveniencia, la Real anuncia que, de continuar el guardameta chileno con su reclamación, deberá de presentar una demanda ante la Magistratura de Trabajo pertinente.
Bravo estaría reclamando el 10 % del montante total del traspaso al Barcelona -más de un millón de euros-, cantidad que la Real no está dispuesta a abonar porque entiende que no procede.