“Esta será la más extraordinaria época para estar vivo. Lo creo completamente” , fue el mensaje que escribió para acompañar el video de campaña, en el que no obvió las notas personales y confesó que cuando conoció a su esposa, la mexicana Columba Garnica, fue un “amor a primera vista” .
En el video, Bush hace un recuento de sus logros económicos y sociales como gobernador de Florida entre 1999 y el 2007, y cierra con los temas que estima urgen una acción de Gobierno, entre los incluyó un “sistema migratorio roto” que tiene en la irregularidad a 11 millones de indocumentados.
Para los comicios del 2016, el voto hispano sin duda será un factor decisivo, como lo fue para configurar la victoria de Barack Obama en las elecciones del 2008 y el 2012, y en ese sentido el hijo y hermano de expresidentes parte con ventaja al dominar perfectamente el español y tener una esposa mexicana.
Consciente de ello, Jeb Bush ha elegido una sede del Miami Dade College, una de las mayores universidades de Estados Unidos y con un gran porcentaje de alumnos latinos, para realizar su anuncio formal de concurrir a las primarias del Partido Republicano el próximo lunes.
Poco antes de este anuncio, Bush emprendió esta semana una gira por Europa, que lo ha llevado a Alemania, Estonia y Polonia, y nombró director de su campaña electoral al hispano Danny Díaz, hijo de inmigrantes españoles y que ya trabajó antes para su hermano George W. Bush.
Desvela logotipo de campaña
Jeb Bush va dejando todo atado para el discurso que dará mañana en Miami, en el que confirmaría su candidatura a las primarias republicanas, y en esa tarea no ha pasado por alto ni el logotipo de campaña ni los videos de ribetes emotivos que pasan revista a sus logros como gobernador de Florida.
En los últimos días Bush, de 62 años, ha lanzado dos videos y en el último de ellos, distribuido hoy, afirma ser un candidato capaz de “arreglar las cosas” que afectan a los ciudadanos de este país, como ya lo hizo cuando lideró entre 1999 y el 2007 el Ejecutivo de Florida.
En el pequeño documental “Haciendo una diferencia“, que se cierra con el logotipo “Jeb2016!”, los floridianos Berthy De La Rosa-Aponte, Miguel Manrara y Kim Donatelle ejercen de rostros de problemáticas como la pobreza, violencia doméstica y discapacidad, las cuales lograron superar gracias a las políticas que emprendió Bush en este estado.
“Dije que abordaría esos asuntos y lo hice, y el resultado es que Florida está mucho mejor”, manifestó en el video el hermano de George W. Bush, presidente entre el 2001 y el 2009, y quien llevó a Estados Unidos a la guerra con Irak.
Precisamente, sobre dicho lazo sanguíneo, no exento de controversia, Jeb Bush no pierde ocasión de marcar distancia, tal como quedó reflejado en una entrevista que difundió la cadena CNN, en la que declaró que posee una “historia vital diferente“, llena de altibajos como de éxitos, y que le otorgan el temperamento necesario para ocupar la Casa Blanca.
En declaraciones que ofreció al medio estadounidense desde Estonia, una de las paradas de la gira europea que realiza desde comienzos de semana, Bush señaló que una vez comunique “su decisión” sobre las presidenciales del 2016 estará en mejor posición de diferenciarse de los 10 republicanos que hasta el momento han anunciado que irán a las primarias de este partido.
“Creo que esta transición hacia la candidatura me permitirá ser más directo sobre mi defensa del liderazgo que necesita el próximo presidente para arreglar algunas cosas“, señaló.
Entre estos asuntos que urgen soluciones, Bush se ha mostrado partidario de abordar el actual sistema migratorio que mantiene en la sombra de la irregularidad a once millones de indocumentados en el país.
El también hijo del expresidente George H.W. Bush (1989-1993), sabe que cuenta con alguna ventaja a su favor para atraer el capital voto latino, como lo es dominar perfectamente el español y tener como esposa a una mexicana, Columba Garnica, a quien conoció en un viaje de intercambio en 1971 mientras era un estudiante de secundaria.
Con miras a apuntalar sus preferencias en este electorado, nombró recientemente como director de campaña al hispano Danny Díaz, hijo de inmigrantes españoles y que ya trabajó antes para su hermano George.
Para el anuncio de mañana ha elegido un simbólico emplazamiento de la ciudad de Miami, una sede del Miami Dade College, centro universitario de más de 160.00 alumnos, entre los que se incluye un gran porcentaje de universitarios latinos.
En esta ciudad, Bush sin duda será arropado por un sector de la predominante comunidad cubano-estadounidense, aquella que lo acogió como un “miembro honorario” durante los años que residió en esta ciudad del sur de Florida.
De hecho, esta semana recibió el respaldo público de once congresistas federales por Florida, entre los cuales figuraron Ileana Ros-Lehtinen, Mario Díaz-Balart y Carlos Curbelo, los tres con una base muy sólida de votantes hispanos.
“El liderazgo y la experiencia de Jeb Bush como gobernador de Florida y en el sector privado hace de él una persona excepcionalmente cualificada para restaurar el papel de liderazgo de EE.UU. en el mundo“, resaltó en un comunicado Curbelo, congresista por el distrito 26 del estado.
Con el discurso de mañana, Bush dará por finalizado un largo silencio oficial de seis meses en torno a su participación en las primarias en su partido, un secreto a voces desde que en diciembre pasado reveló que exploraba su intención de presentarse como candidato.
Al cabo de la gira europea que ha mantenido en estos días, que incluyó Alemania, Polonia y Estonia, Bush vuelve a territorio estadounidense para, tras el anuncio de mañana, volver a recorrer diferentes estados del país, esta vez, es de esperar, como candidato en toda regla a las primarias republicanas.
Republicanos comienzan a tejer alianzas
Seis de los principales contendientes con aspiraciones para las presidenciales de 2016 se reunieron este fin de semana en Utah para tejer alianzas y evitar una lucha interna descontrolada que les reste posibilidades frente a la principal rival demócrata: Hillary Clinton.
Con el objetivo de no caer de nuevo en la misma trampa, el que fuera candidato republicano a presidente en las elecciones del 2012, Mitt Romney, invitó este fin de semana en un hotel de montaña de Utah a donantes, estrategas y seis de los once principales aspirantes a presidente.
El principal ausente a este encuentro privado fue Jeb Bush, quien anunciará mañana su intención de ser el candidato del Partido Republicano tras cinco meses de campaña de recaudación y formación de su equipo.
Bush se encuentra en Europa, donde ha intentado corregir el rumbo de una campaña que en realidad inició hace cinco meses con la creación de un Comité de Acción Política (PAC) , que espera recaudar 100 millones de dólares.
En una entrevista emitida por la CNN desde Estonia, Bush quiso distanciarse de los otros diez aspirantes republicanos, que convierten el proceso de primarias del partido en algo parecido a un juego de malabares.
Bush, que ha tenido una precampaña complicada, con dificultades para rebajar las críticas de las bases más conservadoras, aseguró que “la gente se decide en las últimas semanas de las primarias…tendremos un progreso lento pero estable” .
Distanciarse de la gestión de su hermano y anterior presidente, George W. Bush, y recaudar el dinero que requiere una campaña estadounidense han sido otros de los más importante desafíos para el exgobernador de Florida hasta la fecha.
Bush ha cambiado a su director de campaña antes de comenzarla oficialmente para encauzar su estrategia y pese a su condición inicial de favorito está técnicamente empatado con el senador Marco Rubio y el gobernador de Wisconsin, Scott Walker.
Walker, pero sobre todo Rubio (que ha visto una mejora en las encuestas) , se dejaron querer este fin de semana por los grandes donantes de los republicanos invitados a Deer Valley (Utah) por Romney, que quiere ser el padrino de un candidato que ilusione tanto a las bases como al electorado de las generales y no se agote en luchas internas.
Rubio, que en algunos círculos suena como compañero de fórmula de Walker, goza de una renovada popularidad entre los conservadores tras rebatir con pruebas un artículo de “The New York Times” que exponía gastos estrafalarios y malas decisiones financieras.
La media de encuestas que realiza la web de análisis electoral RealClearPolitics sitúa a Bush, Walker y Rubio en la horquilla del 11-10 %, con ventaja clara sobre otros rivales, pero con un apoyo mucho más repartido que el de la aspirante a la nominación demócrata Hillary Clinton, líder indiscutible de su partido con un 59 %.
Según la web especializada Politico, los donantes republicanos, con el magnate de los casinos Sheldon Adelson —que donó más de 100 millones de dólares en el 2012— a la cabeza, buscan una apuesta segura que pueda hacer frente a Hillary Clinton.
El dinero es una de las mejores medidas de las posibilidades presidenciales en Estados Unidos y, pese a llevar clara ventaja, Bush parece tener dificultades para conseguir la cota de los cien millones de dólares propuesta para este mes, según el diario The Washington Post.
La hora de la verdad llegará con el primer debate televisivo entre los republicanos, previsto para el 6 de agosto en el canal conservador Fox News.
En el retiro de montaña de Utah, el excandidato presidencial del 2008 y senador John McCain criticó las normas de los debates elaboradas por el Partido Republicano, pensadas para reducir el número de intervinientes y apariciones y permitir así un menor desgaste de los favoritos en el proceso de primarias.