Más de un año ha transcurrido desde que surgió la discusión sobre la legalidad de dar en usufructo el terreno donde funciona el mercado, cuya extensión es de 15 mil 698.69 metros cuadrados, según el dictamen 001-2014-Diva, de la División Administrativa del Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat).
Durante el trámite se logró que el presidente Otto Pérez Molina aceptara la reforma del acuerdo gubernativo 36-73, con el cual se entregó la finca al Inguat para que funcionara el mercado de artesanías en el lugar.
El 28 de agosto del 2014, el Ministerio de Finanzas publicó en el diario oficial el acuerdo gubernativo 285-2015, en el cual se indica que ese predio podrá ser utilizado sin limitación alguna por el Inguat, para que cumpla con los objetivos que le competen.
Ese aspecto es visto por la Asociación de Artesanos y Arrendatarios del Mercado de Artesanías de Guatemala como la intención de “enajenar” un bien público en favor de una entidad privada, como refirió Israel Humberto Velásquez, presidente de la junta directiva de inquilinos.
Fernando Paiz, presidente de la Fundación, dijo que la intención es construir la obra donde funcione un museo que contenga los tesoros arqueológicos del país y que al mismo tiempo beneficie a los vendedores del mercado.
Actualmente, el proceso está suspendido debido a que la Corte de Constitucionalidad dio trámite a una acción de los inquilinos.
Hechos
El 15 de noviembre de 1973, el presidente Carlos Manuel Arana Osorio cedió de manera gratuita la propiedad del terreno al Inguat.
El acuerdo gubernativo 36-73 señala que la finca será destinada “única y exclusivamente para la construcción de las instalaciones del museo y mercado de artesanías”.
En esa disposición se basan los 54 vendedores del mercado para oponerse al proyecto, además de que presumen que la Fundación tiene la intención de apropiarse del terreno, aseguró Velásquez.
“Se están apropiando de un terreno que vale millones de quetzales”, enfatizó.
El último valor del terreno, al cual tuvo acceso Velásquez, era de Q50 millones, hace 10 años.
El 16 de enero del año pasado, Élmer Hernández y Hernández, entonces jefe de la División Administrativa Financiera del Inguat, remitió al director de esa institución, Pedro Duchez, que la entidad ha incumplido con la construcción del museo, que era una condición para entregar la finca.
Además, que durante el 2013 se erogó Q1 millón 108 mil 990 para el funcionamiento del mercado y que en concepto de renta solo se percibieron Q756 mil 302, lo cual dejó una pérdida de Q352 mil 688.
El 22 de octubre del 2014, Julio Hernán Oliva Juárez, jefe de la División Administrativa, le dijo a Duchez que era factible otorgar en usufructo el terreno para la construcción del Museo Maya de América.
Enfrentados
Vásquez señaló que atrás del mercado se encuentra el Museo del Niño, por lo cual no aceptan que se diga que se ha incumplido con lo estipulado en el acuerdo 36-73.
“El terreno donde se construyó el Museo del Niño también era parte de la finca que se destinó para el mercado. Con eso se cumple el acuerdo gubernativo que firmó Arana Osorio”, afirmó.
Paiz califica ese hecho como inválido, porque la orden inicial era que se debían construir las instalaciones para el museo y mercado de artesanías.
“Estamos hablando de diferentes cosas. No se puede tomar en cuenta el Museo del Niño, porque no solo no es un lugar para exponer los tesoros nacionales, sino que funciona en un terreno que es propiedad de la Alianza Francesa”, aseguró.
Agregó que el mercado funcionaría frente al museo, en un área de dos mil metros cuadrados, y que las instalaciones están diseñadas para una obra de dos pisos, con parqueo subterráneo.