“La emisión de estas escenas de connotación sexual constituye un ultraje a la ética, al orden público, una provocación de los valores de la familia marroquí, así como atenta contra los espectadores menores y menosprecia la dignidad de la mujer”, reza la carta.
La cantante estadounidense ofreció un concierto, cargado de sensualidad, que fue el show que dio el pistoletazo de apertura del festival de Mawazine de Rabat, la cita musical más importante del país magrebí.
En la carta, el presidente del Gobierno consideró el show como una violación de la Constitución y las leyes que reglamentan el espacio audiovisual, e instó a la HACA a decretar las sanciones necesarias.
Esta carta constituye uno más de los varios encontronazos de Benkirán con este canal de corte liberal desde que ascendió al gobierno en 2012.
Días después de celebrarse, el espectáculo de JLo sigue estando de actualidad en Marruecos y ha disgustado a varios diputados del Partido Justicia y Desarrollo (PJD, en el gobierno) y del nacionalista Partido Istiqlal (PI, oposición), que se disputan un mismo electorado de corte conservador.
De hecho, las juventudes de ambos partidos han convocado protestas por separado frente a la sede de la cadena 2M, y ambos partidos han preparado además interpelaciones parlamentarias para exigir explicaciones.