VENTANA
Las selvas del mar
Hoy se celebra el día del medio ambiente y el lunes, el día de los Océanos. Sin embargo, el eje de nuestro sistema de vida es el desperdicio y la contaminación. Nuestro “desarrollo” es insostenible. Destruye al planeta. Cuando hablamos de vida hablamos de ecosistemas. Los océanos contienen infinidad de ecosistemas que propician la vida en la Tierra. Es probable que la mayoría de los guatemaltecos no conozcan que nuestros arrecifes de coral son ecosistemas, tan complejos y diversos por su riqueza en fauna y flora marina, como son nuestros bosques tropicales. “¡Son las selvas del mar!”, cantó el Clarinero.
Los arrecifes están formados por miles de animales de coral diminutos. Su ecosistema nos brinda servicios ambientales de incalculable valor. Nos protegen del oleaje en las costas. Propician la abundancia de herbívoros, como el pez loro, que se alimenta de la macro alga carnosa que, al propagarse, sofoca al coral. Los arrecifes sanos conservan el paisaje paradisíaco marino que atrae al turista y propicia la formación de poblaciones de peces comerciales como los meros y los pargos.
Los ecosistemas marino-costeros son muy frágiles. Los humanos somos su mayor amenaza. Nuestras acciones locales, como la sobrepesca, la construcción de puertos y actividades turísticas no reguladas. Nuestras actividades originadas en áreas agrícolas y urbanas lejanas, igual destruyen porque están conectadas por los ríos de basura con sus cargas de aguas residuales, fertilizantes y plásticos. El cambio climático, encabezado por el calentamiento global, aumenta la temperatura del agua impidiendo que los corales construyan la estructura del arrecife.
La buena noticia es que ya existe una iniciativa regional que se ha propuesto proteger el Arrecife Mesoamericano (SAM), que se extiende 1,000 km a lo largo de las costas caribeñas de Honduras, Guatemala, Belice y México. Es la barrera coralina más larga del Hemisferio Occidental y contribuye a la economía de las comunidades locales de toda la región.
Hace pocas semanas asistí a la excelente presentación del reporte: “Arrecife Mesoamericano, una Evaluación de la Salud del Ecosistema”, presentado por la Licda. Ana Giró Petersen. Esta iniciativa denominada “Arrecifes Saludables para gente saludable” aglutina a 65 organizaciones de conservación que monitorean la salud del SAM desde el año 2004. El reporte general del 2015 registra una mejora de ‘mal’, en 2012, a ‘regular’, este año. Esa mejora se debe a que aumentó la biomasa de peces herbívoros y comerciales. Pero estamos lejos de la buena salud en que se encontraban los arrecifes hace décadas. La puntuación de Guatemala fue “pobre.”
El año pasado nos sumamos a la prohibición de pesca del pez loro. Belice y Honduras lo protegen desde el 2004. Aunque nuestra porción costera del SAM es pequeña, los flujos de agua de los ríos Motagua, Dulce y Sarstún contaminan todo el ecosistema. Sugiero visitar la página: www.arrecifessaludables.org Observará los mapas con los indicadores de cada país. Luego de los cambios políticos debemos enfocarnos en los cambios ambientales para salvar nuestros ecosistemas.
clarinerormr@hotmail.com