ESCENARIO DE VIDA
Urgentes reformas
Hay tantas cosas que la ciudadanía pide para darle un rumbo nuevo a Guatemala, y entre las acciones prioritarias está el resguardar la institucionalidad democrática, y el estado de Derecho porque es el cimiento para nuestra seguridad y prosperidad. Por ello, según las organizaciones de Foro Guatemala, ahora que al fin hemos despertado del letargo, debemos demandar un sistema político con mayor transparencia e inclusión y que se cumplan tres peticiones básicas: a) una Reforma a la Ley Electoral y de Partidos Políticos (LEPP), b) una Reforma a la Ley de Contrataciones del Estado, y c) Reformas al régimen de Servicio Civil.
Nadie niega que estamos viviendo momentos históricos en Guatemala que prometen cambiar el rumbo, pero únicamente si lo hacemos de forma correcta y jamás irrumpiendo en el estado de Derecho, pues “en río revuelto ganancia de pescadores”.
El tema del voto nulo está en boca de muchas personas que piensan que es la mejor salida para manifestar su repudio a todos y lo sería si fuera vinculante, pero hoy por hoy no lo es. Según Mario Polanco, del GAM, la solución no está en el voto nulo y lo considera contraproducente debido al beneficio que obtendrían los candidatos que tienen dudosos antecedentes, pues a ellos no les interesa ganar abrumadoramente. Simplemente les interesan suficientes votos para ganar. Mauricio Chaulón, analista de la Organización “Seminario de Teoría Crítica” y “Plantones por la Dignidad”, piensa que el voto nulo debiera quedar en ley, no como un poder simplemente político, sino jurídico y vinculante. Él reitera que en la Propuesta del TSE, se establece que el voto nulo debe ser reconocido. Al cambiar la ley electoral y de partidos políticos por la presión social sería factible.
Según Renzo Rosal, analista político, el voto nulo es representativo en muchos países cuando el número es significativo y se obliga a repetición de elecciones y en algunas legislaciones más avanzadas, es obligatorio cambiar de candidatos. Pero hoy por hoy, el voto nulo no está establecido así que si lo usamos, no tendría validez y le daríamos ventaja al que menos quisiéramos. Sin embargo, el voto nulo debiera quedar legalizado para las siguientes elecciones dentro de cuatro años.
Según Renzo, una de las herramientas más poderosas del voto nulo quizás sea la propuesta de la “revocatoria del mandato”, ya sea para presidente, vicepresidente, alcaldes o diputados que no estén haciendo las cosas bien como ha sucedido en Sudamérica. Al estar normada esta revocatoria, se les pueden remover de sus cargos a los funcionarios sin recurrir a gestiones engorrosas o golpes de Estado. Esto es poderoso, pues al quedar normado en las reformas, aplicaría directamente a las autoridades que queden electas para el 2016.
Si el país quiere sanear políticamente, hay que darle pie a que las reformas entren sin demora. Si debamos o no votar nulo, es decisión de cada quién, pero lo que sí es imprescindible es que sepamos las consecuencias. No dejemos de ir a las urnas y con mayor interés que nunca ejerzamos el derecho y obligación de votar.
vidamordepaz@yahoo.com