CATALEJO
Urgentes cambios a la ley electoral
EL PRESIDENTE PÉREZ MOLINA pidió ayer sugerencias para ayudar a mantener a flote no solo la naufragante nave del gobierno, sino para darle una oportunidad de dejar las semillas para los cambios urgentes en varias leyes fundamentales del país. Aunque son varias, a consecuencia de la peligrosidad para el futuro inmediato, creo conveniente referirme a la Ley Electoral y de Partidos Políticos. Ciertamente ya comenzó el proceso de los comicios de septiembre próximo y por ello es muy poco probable el logro de cambiar algunas de las lagunas existentes. Creo importante, eso sí, señalar varios de los artículos urgidos de reformas, para mantener despierto el interés ciudadano acerca de este tema fundamental para la democracia chapina.
ALGUNAS CONDICIONES necesarias para permitir que los partidos sean en realidad representativos del criterio político de los guatemaltecos: a) tener un mínimo de 25,000 afiliados; b) tener filiales en el 75% de los departamentos; c) participar hasta pasados cinco años después de ser autorizados; d) crear escuelas de formación política para sus miembros; e) preparar en ese tiempo los planes de gobierno; f) revelar todas las fuentes de financiamiento; g) crear dos categorías, la de partidos nacionales o regionales. En cuanto al Congreso, a) reducir a 80 el número de diputados, según los acuerdos de paz; b) eliminar la calidad de diputado a los faltistas; c) prohibir el transfuguismo cuando se es diputado; d) no elegir por planilla, sino individualmente.
RESPECTO A LAS ELECCIONES: a) mantener el actual veto a la reelección en la presidencia; b) permitirla por una sola ocasión para los diputados y alcaldes; c) no multar, sino cancelar a los partidos reincidentes cuando adelanten campaña, reincidan en pintarrajear caminos, postes, árboles; d) crear un listado de faltas de diversa gravedad, para permitir la existencia de proporción del castigo a la falta; e) castigar con el cierre a quienes adelanten la campaña, f) aumentar a 5% la votación mínima para mantener vivo al partido; g) aumentar a dos el número mínimo de diputados, con el mismo fin anterior. h) elegir a los gobernadores; i) decidir un techo máximo para propaganda en los medios informativos, volantes, y afiches, en general.
PARA FACILITAR LA TAREA del Tribunal Supremo Electoral, integrarlo por medio de comisiones representativas de los numerosos sectores nacionales, y también otorgarle con exclusividad la tarea de realizar un año antes de la convocatoria a elecciones los afiches y vallas para invitar a los ciudadanos a empadronarse y a participar en los comicios. Una vez señalados estos cambios, muy a la ligera, es evidente la dificultad de obtenerlos si dependen de la voluntad de los politiqueros y los diputados, porque implica una voluntad política y la responsabilidad ante la Historia, hoy inexistentes. Solo se harán realidad gracias a presiones como la hecha pública en las manifestaciones pacíficas desarrolladas en la capital y los departamentos.
LAS RAZONES DE CADA propuesta de las señaladas, creo, son fáciles de entender, a consecuencia de todo lo ocurrido desde cuando se inició la validez de la ley actual. Su génesis respondió a una situación histórica distinta, en la cual quienes la redactaron no pensaron nunca en los abusos, cuyo resultado han sido gobiernos demasiado discutibles. A este respecto se puede hablar mucho durante largo tiempo. La multiplicidad de partidos sin representación alguna, las burlas a la ley, el desparpajo de algunos candidatos en cada una de las campañas, provocan cada vez más rechazo generalizado en una población guatemalteca cuya edad adulta promedio es menor de cuarenta años. Con una ley inadecuada, no se puede obtener buen resultado.