Durante su intervención, el fiscal destacó su condición de afroamericano, abogó por la no violencia para el cambio y recordó que él se convirtió en 2010 en el primer fiscal de distrito negro en la historia de Wisconsin.
Después de citar numerosas entrevistas e informes policiales, Ozanne aseguró que Robinson, de 19 años, mantuvo horas antes de su muerte una actitud “agresiva” que despertaba “miedo” sobre su seguridad y la de otros.
El fiscal citó tres llamadas de alerta que recibió el número de emergencias 911, en las que dos personas anónimas y un amigo del propio Robinson alertaban de que el joven estaba sin camiseta, corriendo y saltando delante de los automóviles y agrediendo a algunos de los viandantes.
Según detalló el fiscal, citando los resultados de la autopsia, el joven, de 19 años, había ingerido diferentes tipos de drogas, como marihuana, setas alucinógenas y píldoras xanax.
La muerte de Robinson a manos de un agente se suma a la lista de sucesos de estas características que, tras la muerte en agosto del año pasado de Brown, ha situado la discriminación de la Policía hacia las minorías en la primera línea de debate en Estados Unidos.
Ozanne detalló que el agente Kenny, con 12 años de servicio en el cuerpo de Policía, efectuó siete disparos en tres segundos, que atravesaron “de adelante a atrás” al joven, quien murió poco después del suceso en un hospital cercano.
“Mi decisión no traerá a Tony Robinson de vuelta. Mi decisión no va a terminar las disparidades raciales que existen en el sistema de justicia, en nuestro sistema de justicia. Mi decisión no se basa en la emoción. Más bien, esta decisión se basa en hechos”, destacó el fiscal.
Las autoridades locales de Madison han mantenido reuniones con los líderes comunitarios en los últimos días para evitar que la decisión desencadene conflictos, como los vividos en Ferguson, Misuri, tras la muerte de Michael Brown, o recientemente en Baltimore, Maryland, con el fallecimiento de Freddy Gray.
La muerte de Robinson a manos de un agente se suma a la lista de sucesos de estas características que, tras la muerte en agosto del año pasado de Brown, ha situado la discriminación de la Policía hacia las minorías en la primera línea de debate en Estados Unidos.