URBANISMO Y SOCIEDAD
Plaza Mayor
La Plaza Mayor se ha caracte- rizado desde su formación como un espacio urbano con sus propias características. La Plaza ha sufrido varias modificaciones desde que se llamó Plaza de Armas, donde ha sido escenario de hechos importantes en la vida de Guatemala a través de sus más de doscientos años de existencia. Originalmente, la Catedral Metropolitana era el único edificio monumental que tenía. Después se agregó el Real Palacio, o Palacio del Ejecutivo, como edificio sede del poder ejecutivo del Estado de Guatemala, con el traslado de la capital en 1776, pero se destruyó por los terremotos de diciembre de 1917 y enero de 1918. En 1920, tras la caída del presidente Estrada Cabrera y para celebrar el centenario de la Independencia en 1921, el gobierno de Carlos Herrera construyó el Palacio del Centenario y una concha acústica. El palacio era de madera y por ello los guatemaltecos le llamaron coloquialmente el Palacio de Cartón. La estructura se incendió pocos años después.
En 1943, el general Jorge Ubico construyó el Palacio Nacional y dos parques influenciados por los movimientos de las Garden Cities. Eran el Centenario y el Central, este con una concha acústica que posteriormente se trasladaría al Centenario. Los parques eran sitios de recreo en medio de las residencias de las familias históricas de la ciudad. Después del terremoto de 1976 y dentro de los planes de rescate del Centro, hoy llamado Histórico, durante la gestión del alcalde José Ángel Lee, en 1983, recuperamos la histórica Plaza Mayor original, con dos estacionamientos subterráneos para las oficinas centrales del Estado y para uso público. Esto estaba dentro de un proyecto integral que contenía el rescate de las plazas del Centro e incluía un eje urbano que arrancaba desde la Plaza Mayor hasta las plazas diseñadas en el Centro Cívico, que nunca se hicieron. En este eje se creó un plan de peatonización de la sexta avenida, que nunca se pensó arborizar, sino jardinizar, para no perder las relaciones arquitectónicas históricas. La Plaza, durante el gobierno de Vinicio Cerezo Arévalo, adquirió su nombre de De la Constitución. Desde entonces se utilizó para protestar en contra de las medidas del Gobierno o para realizar mítines de las huelgas. Pero la Plaza fue perdiendo su preponderancia cuando se decidió descentralizar las oficinas del gobierno central y convertir el Palacio Nacional en un centro de eventos oficiales del Gobierno, llamado ahora “de la Cultura”.
En conclusión, con las próximas elecciones es un error que se lleven a cabo concentraciones políticas electorales, pues el gobierno central no tiene nada que ver con las elecciones. Es un espacio urbano de la ciudad, para actividades políticas propias del Gobierno en sí y sociales populares, pues ha dejado de ser el espacio de la burguesía urbana, al trasladarse al sur de la ciudad. Sin embargo, parece que la Plaza ha vuelto a tomar parte de su función tradicional, con la crisis política actual que, parece, ha de acentuarse.