Nació en el seno de una familia católica modesta. Estudió en el Monte Carmelo y Sagrado Corazón, donde se graduó como maestra de Educación Primaria.
En 1980 quedó segunda finalista del concurso de Miss Guatemala. Fuentes cercanas al partido reconocen que Baldetti desarrolló cierta compulsión por las cirugías cosméticas.
En 1987 se casó con Mariano Paz con quien procreó a Luis Pedro y Mario. Fue cofundadora de una empresa de productos de belleza y de una cadena de salones. Años más tarde, siendo vicepresidenta, justificaría los ingresos de esas empresas como medios para comprar suntuosos bienes y propiedades.
Se graduó de la Universidad de San Carlos como licenciada en Periodismo. En 1990 fue nombrada subsecretaria de Relaciones Públicas del presidente Jorge Serrano Elías. Cuando el gobernante pretendió encabezar un golpe de Estado ella se convirtió en el emblema de la censura a la Prensa. Otto Pérez Molina la acusó en ese entonces de sustraer equipos de la Secretaría de Comunicación de la Presidencia.
Un año antes había fundado el noticiero TV Noticias, junto a Óscar Masaya, quien en el Partido Patriota (PP) sería una de sus piezas claves. Ambos trabajaron en el noticiero Aquí el Mundo.
En el 2001, Otto Pérez Molina la invitó a formar el PP. En el 2003 figuró como candidata en la sexta casilla del listado nacional. Apenas dos años después estaba sentada en la silla de la tercera vicepresidencia del Congreso. En la legislatura 2008-2012 fue la jefa de bloque.
La madrina
En noviembre del 2014 la entonces vicepresidenta sostenía entre sus brazos, frente a la pila bautismal, al hijo menor de la diputada Emilenne Mazariegos. Cuatro meses después la Fiscalía de Delitos Administrativos solicitó retirarle la inmunidad a ambas y al ministro de Desarrollo Social, por distribución de bolsas seguras con propaganda electoral en Huehuetenango.
Los Círculos
Del 2001 al 2004, según exintegrantes del PP, se formó el primer círculo con Sonia Castro, secretaria de Baldetti en el Congreso; Sara Torres, su cuñada; Clarissa Castellanos, actual viceministra de Cultura; Germán Velásquez, primer gerente del Instituto de Fomento Municipal (Infom); y del actual, Lester Winter; Masaya, diputado al Parlamento Centroamericano, a quien después acusó de usar su nombre para obtener contratos.
En un segundo período, siendo diputada y de cara a la campaña del 2011, fueron piezas claves Armando Paniagua, exdirector del Fondo Nacional para la Paz; y los diputados Haroldo Quej y Arístides Crespo.
Al llegar al poder, la exvicepresidenta se rodeó de jóvenes correligionarios, muchos carentes de experiencia política. Encabezan esa lista Daniela Beltranena, su asistente personal; Alejandra Carrillo, directora de Conjuve; Byron Santizo, director del Fondo de Desarrollo Social (Fodes); Jorge Mario Hurtarte, actual secretario de Coordinación Ejecutiva; Claudia Méndez, exintendente de Aduanas y Winter, en el Infom.
Esta última estructura le permitió mantener el control de los alcaldes a través del Infom, de las gobernaciones, coordinadas por Hurtarte; del Registro de la Propiedad, dirigido por Anabella De León; y de Méndez.
Una fuente gubernamental confió que Castro ayudó a Baldetti en la conformación de una especie de padrón, cuando las células patriotas fueron formadas. Luego, de esa lista de economistas y administradores, la vicemandataria seleccionó directores administrativos de las dependencias. Además, el nombramiento de viceministros administrativos también pasó por su cuidadoso escrutinio.
Baldetti, la secretaria general del PP, siempre enfrentó a un partido dividido por la simpatía de Alejandro Sinibaldi.
Uno de los negocios que más desgaste le produjo a Baldetti fue la compra de sustancias químicas para sanear el Lago de Amatitlán.
“La barca en que me iré“
La barca en que me iré lleva una cruz de olvido”, cantaba la vicemandataria mientras en las postrimerías de marzo recorría el lago de Amatitlán. Una semana después representantes del Centro de Acción Legal Ambiental y Social de Guatemala (Calas) presentaron una solicitud de antejuicio en su contra por la compra de la sustancia química.
En el lapso de un año el desgaste fue en aumento. Durante el informe del segundo año de gobierno, una joven le lanzó cal. El caso fue conocido como El Harinazo.
Recientemente este año, el partido había sido multado con una suma millonaria por campaña anticipada derivada de una actividad que ella misma presidió. El fuego de estos escándalos, apenas estaba apagándose, cuando la noticia de la estructura de defraudación aduanera salió a luz.
Uno de los funcionarios cercanos a ella confió que si la bancada votó a favor que se conformara una comisión pesquisidora -cuando las presiones aumentaron para retirarle la inmunidad- fue porque más de la mitad de los diputados estaban en su contra. De esa cuenta las diferencias entre los oficialistas habrían terminado por evidenciarse más. El próximo paso, reconoce la misma fuente, era presentarse ante la pesquisidora y comparecer ante un juez que la ligaría a proceso.
El gobierno confió al principio en que el trámite de antejuicio se quedaría engavetado unos tres meses, o pasadas las elecciones, como ha ocurrido en otros casos. Tampoco previó que el Congreso fuera a fijar un plazo tan pronto, admite la fuente. La palabra renuncia empezó a sonar en los corredores de Casa Presidencial tan solo dos días antes de hacerse pública.