Una cloaca es un lugar inmundo y repugnante que alberga toda clase de bichos asquerosos de rapiña. Es así la percepción que tiene la población ante la clase política chapina, luego de haber soportado en el poder, por décadas, un gremio de corruptos y farsantes. Pero también es necesario hablar de la corresponsabilidad del pueblo que ha sido indiferente ante las campañas políticas y elegido a personas sin capacidad ni calidad moral, ética y valores personales. Es allí donde radica el éxito de países desarrollados como EE. UU., que priorizan estos aspectos.

Recuerdo el escándalo sexual que protagonizó Bill Clinton con Mónica Lewinsky, que casi le cuesta la presidencia y luego negar haber mantenido una “relación sexual” con la joven, lo que más ofendía al pueblo era la mentira. Al punto que tuvo que pedir perdón.

Lo menos que se puede esperar de un funcionario público es el respeto a su esposa y, segundo, decir al pueblo la verdad, por dura que sea. Aquí, en cambio, las conductas impropias del actuar sentimental de funcionarios y candidatos no importa, viven una doble vida y nadie los cuestiona, hasta ponen a “sus chicas” dentro de su equipo de trabajo. Qué se puede esperar de alguien que no respeta a su familia. ¿Respetará entonces al pueblo? A sabiendas de esto, logran “comprar el voto”.

Y qué hay de expresidiarios que han ido a la cárcel por corrupción. El caso Portillo, que a su regreso de EE. UU. le cayeron encima todos los partidos políticos para ofrecerle una diputación. No es el único. Alejandro Giammattei, implicado en el caso Pavón, aunque fue declarado inocente aquí, recordemos que otros funcionarios están siendo juzgados en Europa, por los mismos delitos.

Es intolerable que el financiamiento de las campañas políticas no sea transparente y es bien sabido que muchos de los fondos provienen del narcotráfico. El papel que los medios de comunicación han jugado en toda esta vorágine es transcendental. No deberían permitirse notas pagadas de ningún funcionario público dentro de los noticieros nacionales. Esto debería ser penalizado. Estos medios han lucrado por años, vendiendo una patria que ni siquiera es de ellos. No digamos personajes nefastos comprando canales de TV para manipular. Campañas anticipadas, alianzas que apestan y tránsfugas que se cambian camiseta a su conveniencia. ¿Qué es esto? En qué selva vivimos, y hasta dónde llegaremos, si el pueblo no pone un “basta”.

La cloaca política ha contaminado también a universidades, empresarios y asociaciones, que callan toda esta barbarie, y se ven beneficiados de esta descomposición estatal.

La Reina del Sur ha hablado y dicen que van a rodar muchas cabezas. Veo un escenario electoral que más que una fiesta cívica, es un velorio, por la falta de propuestas serias y personajes con valores. Por lo que se hace necesario que el TSE escuche la propuesta de colocar una casilla que diga “ninguno”, para dar la opción legal al pueblo de ejercer su soberanía y no tener que elegir al menos peor. Finalmente el pueblo despertó, las protestas continuarán y el Cacif debe hacer el paro nacional ya.

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