La PSSI congeló el campeonato nacional después de solo dos partidos esta temporada, en una disputa entre dos contendientes, Persebaya Surabaya y Arema Indonesia, que quería incorporarse a la competición en contra del aviso del gobierno. Luego trató de reiniciar el campeonato, en vano, por el veto de la policía.
La FIFA apoya a la PSSI y amenazó a Indonesia con sanciones, como privarle de jugar la clasificación al Mundial-2018 o la Copa de Asia 2019 si el conflicto no se resuelve.
Esta no es la primera vez que Indonesia se enfrenta a este tipo de problemas en el futbol. Una disputa larga entre la Federación y una asociación disidente que llevó a organizar dos campeonatos diferentes, antes que las dos instancias se fusionaran, bajo la presión de la FIFA.
Si Yakarta no cancela la suspensión al PSSI antes del 29 de mayo, “no tendremos otra opción que remitir el asunto al órgano competente de la FIFA para una suspensión inmediata”, escribió el secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, en una carta difundida este miércoles por los medios indonesios.
“Las federaciones nacionales son independientes y su gestión no debe ser influida por terceros”, añadió.
Según un portavoz del ministerio, la decisión de su gobierno de suspender la PSSI fue tomada con el fin de hacer mejoras. “Es justamente porque se han recibido directrices de la FIFA que el gobierno no quiere que las mejoras que van por buen camino retrocedan”, agregó, precisando que una respuesta explicando la posición del gobierno de Indonesia será enviada a la FIFA en los próximos días.