El excentrocampista Guardiola, de 44 años, se ha convertido en una leyenda en el banquillo del Barsa (14 títulos, incluidas dos Champions) antes de fichar en 2013 por el club alemán, donde busca un segundo título nacional y una segunda clasificación a semifinales de la Champions.
Cuatro años mayor, Lopetegui, que fue portero suplente en el Barcelona, tenía como principal tarjeta de visita los títulos europeos con la selección española Sub-19 (2011) y Sub-21 (2013), antes de llegar a Oporto en mayo pasado y descubrir la competición reina de Europa.
El Bayern, que solo concedió tres derrotas esta temporada en tres torneos, busca por cuarto año consecutivo las semifinales de una prueba ganada por el club alemán en 2013, mientras que su rival portugués está en cuartos por primera vez desde 2009 y no ha vuelto a alcanzar las semifinales desde su triunfo de 2004.
La presión, por lo tanto, estará en Guardiola y su ilustre armada que busca un triplete (junto a la Bundesliga y la Copa de Alemania) como en 2013 cuando el técnico era Jupp Heynckes.
El técnico catalán debe hacer frente al partido con un efectivo disminuido por las ausencias por lesión de jugadores importantes como Franck Ribéry, Arjen Robben, Bastian Schweinsteiger, David Alaba.) en un período en el que debe encadenar partidos cada 3/4 días.
“Un grupo pequeño bueno y motivado puede ser muy eficaz. Los chicos tienen hambre”, afirmó el director deportivo Matthias Sammer.
El partido del sábado pasado contra el Eintracht Fráncfort (3-0), pareció dar la razón a Sammer, con un doblete del polaco Robert Lewandowski, la experiencia de los Philip Lahm y Xabi Alonso, y el hambre de Thiago Alcántara.
Pero el rival era solo el octavo de la Bundesliga, mientras que el Oporto es segundo en Portugal, a tres puntos del Benfica y es el único equipo invicto esta temporada en la Champions.
Misma filosofía de juego
Lopetegui también tiene lesionados, como los delanteros Jackson Martínez y Christian Tello.
El técnico, hijo de un levantador de piedras en el País Vasco, tiene otras bazas, como su capitán Danilo, futuro jugador del Real Madrid, y Ricardo Quaresma, ambos goleadores durante el fin de semana en el campeonato portugués.
El 17 de marzo pasado, tres días antes del anuncio de sus futuras confrontaciones, Guardiola y Lopetegui asistieron juntos al partido de vuelta de octavos de final entre el Atlético de Madrid y el Bayer Leverkusen, una ocasión para cambiar recuerdos e ideas entre dos amigos que comparten la misma filosofía de juego: la posesión del balón.
“Mientras tenemos el balón, tenemos la oportunidad de atacar y privamos al rival de armas. El problema es hacer buen uso de esa posesión, y ese es el trabajo del entrenador”, explicaba recientemente Lopetegui, ferviente admirador del “tiki-taka” practicado por el Barsa de Guardiola, en una entrevista a la UEFA.
Queda por saber si el maestro o el alumno será más convincente para sacar ventaja antes de la segunda manga de la eliminatoria, el 21 de abril en el Allianz Arena.
Esta eliminatoria es una revancha de la final de la Copa de Europa, antigua Liga de Campeones, de 1987 entre ambos equipos, con triunfo de los portugueses por 2-1, con goles del argelino Rabah Madjer, de tacón, y del brasileño Juary, en los últimos once minutos, después de que el Bayern se adelantara en el primer tiempo.