La fosa se encontró en un predio cercano al puerto de Veracruz (ubicado al centro del estado homónimo) ante la presión de familiares de personas desaparecidas, dijo por su parte Lourdes Rosales, madre de un agente de aduana desaparecido desde agosto del 2013.
La mujer asegura que los pobladores esperan la identificación forense de los restos, pero la fiscalía de Veracruz no ha informado de manera oficial sobre el hallazgo de los cuerpos.
En junio del 2014, las autoridades de ese estado exhumaron 31 cadáveres de una fosa localizada en el municipio de Tres Valles, la mayor parte decapitados o mutilados.
En julio del mismo año, otra fosa fue encontrada con ocho personas asesinadas en Paraíso Novillero, municipio de Cosamaloapan.
Con los carteles del Golfo, los Zetas y Jalisco Nueva Generación operando en su territorio, Veracruz es uno de los estados más afectados por la violencia generada por el narcotráfico.
Estos grupos criminales se disputan las rutas de tráfico hacia Estados Unidos, la venta de droga al menudeo y negocios alternos como el robo de combustible a la estatal Petróleos Mexicanos y el cobro de extorsiones a migrantes que intentan llegar a territorio estadounidense.
México entró en una espiral de violencia en el 2006, cuando el gobierno lanzó una ofensiva militarizada contra los cárteles del narcotráfico, con un saldo desde entonces de más de 80 mil muertos y 22 mil desaparecidos.
Aunque numerosos capos han sido detenidos o abatidos, la violencia ligada al narcotráfico persiste con constantes enfrentamientos armados, asesinatos, secuestros, extorsiones y hallazgo de fosas clandestinas en todo ese país.