Esta amenaza aumentó desde el 29 de octubre pasado, cuando el presidente Alfonso Portillo llegó al área para entregar títulos de propiedad a los campesinos y en su discurso dijo que ningún extranjero debe ser dueño de las cuevas, porque son de los lugareños.
El principal amenazado resultó ser Sergio Sierra, propietario de los terrenos ubicados frente a una de las entradas a las cuevas, donde se encuentra el campamento de la fundación Tierra Maya, de la cual es su presidente.
El campamento es un complejo ecológico, con un hotel de 35 habitaciones, restaurante, cabañas para los trabajadores, centro cultural y escuela comunitaria, rodeados de jardines y selva.
Preservar los bosques
?Mantener los bosques es primordial no sólo para el caudal del río Candelaria sino porque de secarse el área, las cuevas se derrumbarían?, explica Sierra.
Los señalamientos de que un extranjero es el dueño del área son falsos, dice Sierra, porque él es originario de Chisec y le compró los derechos de posesión a su suegro, quien recibió esa propiedad del Instituto Nacional de Transformación Agraria, Inta.
La confusión parece venir del hecho de que el científico francés Daniel Dreux descubrió e investigó las cuevas en 1974, y luego asesoró a Sierra en el plan de manejo de protección y preservación del área, así como en la creación de la fundación Tierra Maya.
Tierra para cultivar
Conocer el pensamiento de los habitantes de Mucvilha es difícil; la mayoría de los adultos sólo habla q?eqchi? y ven con recelo a los extraños; sin embargo, un joven lugareño confiesa: ?A nadie de aquí le interesan las cuevas, la comunidad sólo quiere el área para sus cultivos?.
La necesidad de tierras para cultivo ha generado incendios forestales y la tala de áreas dentro de la franja de las cuevas.
Tierra Maya entrega a los comunitarios el 50 por ciento de los ingresos por visitas al área y becas a jóvenes para continuar estudios diversificados, además de brindar educación primaria a 30 niños.
?No entiendo el interés del Gobierno por expulsarme de aquí, si hay otras dos entradas a las cuevas que pueden explotar?, concluye Sierra.