Tanto las autoridades del establecimiento educativo como los comandantes del centro militar empiezan a ponerse de acuerdo para el llamado ?cambio histórico?, que se llevará a cabo el 10 de enero de 2003. El grupo de castrenses que ocupó durante más de 20 años esa área de aproximadamente 34 manzanas tendrá que irse a otro lugar y devolver la propiedad a la Escuela Normal Pedro Molina, pese a que todavía existen divergencias entre las partes.
Llegó la PDH
Con el objetivo de verificar el proceso de cambio, las procuradoras adjuntas, María Eugenia de Sierra y Dunia Tobar de Leal, y la Coordinadora de Auxiliaturas Departamentales, visitaron ayer en la mañana la escuela y el destacamento.
Se entrevistaron con el director del establecimiento, Abraham Coloma Flores, quien manifestó su satisfacción porque los terrenos vayan a ser otra vez utilizados para brindar educación a más estudiantes que provienen de todo el país.
?Nuestro objetivo es albergar a más estudiantes en lugar de soldados, ya que anualmente no se otorgan alrededor de 400 becas por falta de espacio?, resaltó Coloma.
Se ingresó a la zona
Los delegados de la PDH fueron recibidos por Alvaro Reyes, comandante adjunto de la zona militar 302. Reyes dijo estar sorprendido por ?los exabruptos? del director del plantel, y aunque reconoció que a principios de año tendrán que abandonar el lugar, también puntualizó en que desconoce si se les devolverá la bomba de agua que distribuye el líquido a los dos lugares.
Pese a ello, el comandante autorizó un recorrido a los procuradores en parte del centro castrense, en donde se comprobó que parte de la malla colindante con la escuela está dañada.
La historia
La construcción de la escuela Pedro Molina fue autorizada por el presidente Romeo Lucas García, el 23 de marzo de 1979. Sin embargo, en 1981 fue ocupada por los militares durante el conflicto armado interno.